A pesar del hambre hay una fuerte represión

Ante las largas colas que realizan los anzoatiguenses para calmar su hambre, el diputado Armando Armas insta a frenar la represión

Las colas en los principales centros de abastecimiento en el estado Anzoátegui crecen día a día, por otro lado los Clap, medida del gobierno que busca erradicar el hambre sigue quedando falla. Ante este panorama el diputado anzoatiguense Armando Armas señala que el gobierno no cuenta con medidas eficientes para atender la gravedad de la crisis.

“La crisis humanitaria que afecta a los venezolanos tiende a agravarse ante la imposibilidad del gobierno de Nicolás Maduro de aplicar medidas coherentes para acabar con el desabastecimiento, el hambre  y la inflación” señala el parlamentario.

Asimismo el vicepresidente de la comisión de seguridad y defensa en el parlamento, cuestionó la actuación desproporcionada de los organismos de seguridad cuando el hambre obliga a los moradores a salir a las calles y llamar la atención de las autoridades ente el problema de desabastecimiento.

“De acuerdo a especialistas, hay fallas en ciertos rubros por encima del 80 por ciento. La desnutrición en el país está alcanzando el 25% durante el primer semestre del año. Los Clap no han podido esconder el hambre y  las colas que siguen creciendo, y aún así hay una fuerte represión” señala Armas.

Crítica en aumento

De acuerdo a lo expresado por Armando Armas, durante el presente mes de julio se registran en la entidad cinco manifestaciones por alimentos aunado al intento de saqueos (algunos con éxito) de transportes distribuidores de alimentos que recorrían las principales vías del oriente venezolano.

“Esta situación es el resultado de una política económica errada, ya que el problema no es de distribución sino de producción. Responsabilizo al Ejecutivo de la destrucción sistemática del aparato productivo nacional y de someter al pueblo a un estado de angustia y desesperación por no tener comida ni medicinas” agrega.

Asimismo cargó en contra de los principales organismos de seguridad del estado con respecto a la situación que sufrieron los habitantes de Pariaguán, al sur del estado cuando exigían alimentos.

“El gobierno continúa reprimiendo a un pueblo con hambre. La acción desmedida de los funcionarios castrenses ha sido reiterada, lo que demuestra que el régimen prefiere aplicar la fuerza antes de asumir su responsabilidad”.

Con la aprobación del acuerdo que velará por la represión política y la violación de Derechos Humanos por hambre y escasez, se espera que disminuya la acción violenta de los organismos de seguridad hacia el pueblo desasistido. La sociedad se seguirá organizando para elevar su voz ante los problemas que padece el país.

“Ahora la sociedad civil ha anunciado una marcha para reclamar su derecho a la alimentación. Esto evidencia la incapacidad del Maduro de aceptar su fracaso y dar paso a una salida constitucional, pacífica y electoral que permita que los venezolanos superemos  esta grave crisis”.