Pescadores justifican el incremento en los precios del pescado alegando que deben pagar una fortuna por los enseres de pesca y aceite de motor fuera de borda porque no se consigue.
En víspera de la Semana Mayor, la familia anzoatiguense acostumbra a comprar con antelación los frutos del mar, pero los precios que exhiben vendedores de estos productos, ahuyentan a los potenciales compradores.
«Me acaban de pedir 7 mil bolívares por un pulpo, eso me parece una exageración y dije que si esa será la constante, no podremos seguir la tradición de comer solo pescado durante la Semana Santa», sostiene Francisca Betencourt, sin poder disimular su asombro por los precios.
«Hasta hace dos semanas pagué un mil 800 bolívares por un kilo de cazón y ahora están pidiendo 4 mil bolívar por la misma cantidad, será que subió el alimento para los peces», dijo a modo chanza, Thania Martínez, residente de Barcelona.
Al comentario de la joven mujer, el expendedor, a quien apodan «pasita», ripostó que los pescadores artesanales no tienen que alimentar los peces, como sí debe alimentar el rebaño un ganadero, pero advierte que deben enfrentar grandes peligros en alta mar cuando otros duermen.
«A los pescadores nos toca incluso despedirnos cada día de nuestras familias como si fuera el último, porque los riesgos en el mar son muchos, más que en cualquier otra actividad «.
Confiesa que en los últimos años, en el país se ha puesto de moda el robo en alta mar. «Todos saben que los piratas del mar nos despojan de los motores fuera de borda y nos dejan a la deriva», confiesa.
Asegura que a ello se suma el costo de los aceites para motores fuera de borda, cuyo precio subió exponencialmente, así como el de las artes de pesca. «Ahora se llaman artes de lujo», bromeó el popular «pasita».
Mantener la tradición cuesta mucho
Griselda Guaraima dice descender de una familia muy católica que respeta la tradición y disfruta la Semana Mayor como fieles creyentes. A su juicio,mantener la tradición en Venezuela cuesta mucho, porque los precios del pescado, mariscos, moluscos y crustáceos se elevaron de manera desproporcionada.
Aunque a estas alturas el producto también escasea, hay zonas como el mercado de Los Boqeticos en Puerto La Cruz, la Aldea de Pescadores de Lechería, el Mercado Popular de Tronconal, así como la avenida Costanera, donde se puede adquirir pescado fresco, aunque no precisamente económico.
Los precios varían según la especie. Así el cazón y el Chucho, muy solicitados para la preparación del oriental plato pastel de Chucho, cuesta entre 3 mil 500 y 4 mil bolívares el kilo, mientras el atún y el lebranche se cotizan en 2 mil y 2 mil 500 el kilo.
El camarón, calamar y langostino pasaron a ser una exquisitez y sus precios van desde 10 mil hasta 15 mil bolívares por kilogramo.