Los clientes han disminuido porque el precio de legumbres y verduras son muy elevados, quien compraba un kilo ahora lleva medio o menos.
Se han bajado las ventas, relata Ivan Cruz quien tiene más de 10 años en su puesto de legumbres y hortalizas en el mercado Los Pequeños Comerciantes de San Cristóbal, en el Táchira. Asegura haber enfrentado crisis, pero dice que nunca una igual a ésta.
“Todos los días suben las cosas y otras desaparecen. Es muy bravo”.
“Imagínese, la papa llegó a estar a 200 Bs, el tomate está a 400 el kilo y era con la que la gente antes rendía una carne o una sardina, la zanahoria a 170 el kilo, el apio está Bs. 260. Cuando vamos a volver a comprar ya uno casi no puede, porque suben hasta más del doble de una semana a otra”.
Oscar Lozada fue al mercado a comprar legumbres, dijo que todas las semanas lo hace y su familia, compuesta por cinco personas, invierte en alimentos unos 10 mil bolívares semanales, es decir más de un sueldo mínimo: “a pesar de que gasto todo eso he tenido que cambiar al momento de comprar. Comprar menos y dejar de comprar ciertas cosas. Me encargaron pimentón, pero está casi a 500, no lo voy a llevar. Sólo llevaré hoy papa y otras cositas que están más baratas. No sé qué haremos para seguir comiendo en este país”.
Otros de los vendedores, Argimiro Peñaloza dice que es muy difícil no sólo comprar alimentos, también venderlos: “tengo años en este mercado, toda una vida y uno tenía con lo que trabajaba para vivir, ahora no. Vendo las cosas esta semana, cuando voy a volver a comprar está más caro que lo que lo que vendí a la gente rato antes. Uno sigue trabajando aquí, porque no hay más qué hacer, pero cuesta. Uno trata de tener todo para la gente, pero es muy difícil, nos toca vender caro porque compramos muy caro. Mucha gente no está comiendo, eso es lo que yo creo”.
Un pobre no puede comprar frutas
José Arias, vendedor de frutas, dice que «la gente que tiene plata es la que está comprando frutas ahorita, un pobre no puede comprar frutas y hoy está a un precio y mañana a otro. No hay quien le ponga coto a eso. Por ejemplo el durazno llegó la semana pasada a 120 el kilo y esta semana ya llegó a 250”, más del ciento por ciento, explica que quien llevaba un kilogramo ahora sólo lleva medio o no compra.
Arias dijo que esta ha sido la época más dura desde hace 35 años: «por la carestía, la delincuencia. A mí me atracaron saliendo de mi casa a las 4 de la mañana viniendo para acá, cuando salí a la puerta había cuatro tipos armados y se metieron se llevaron hasta las cosas de las niñas».
En el mercado Los Pequeños Comerciantes de San Cristóbal, dice que existe mucha inseguridad y son permanentes los atracos y robos. En un establecimiento de casi una manzana completa de extensión, sólo cuenta con un policía, denuncia José Moncada.
«Para este mercado tan grande tenía que haber más de cinco policías» enfatiza.
“La esperanza que uno tiene es que cambie este gobierno. Ellos son los que nos tienen así. Lo que vivimos es nunca visto. Imagínese para que alcanza un sueldo mínimo, sólo para una comida diaria de una persona».