El precio de la carne bajó gracias a condiciones climatológicas, pero aún y con el ansiado descenso en el costo, los bolsillos de muchas familias no aguantan ni siquiera para adquirir un kilo mensual.
Para Marcelino Fernández, presidente de la Asociación de Carniceros de Aragua (Carniaragua), el consumo de carne de res se mantiene discreto en la entidad aragüeña. “Pese a una baja en los precios de la carne en canal, en virtud del aumento de la producción de ganado gracias a la situación climática que experimenta el país, no aumentan las ventas del rubro».
«Las lluvias – aún con las inundaciones en zonas como el alto Apure – han permitido el óptimo crecimiento de los pastos por lo que la ganadería atraviesa la mejor época del año produciéndose un descenso en los precios de la carne de más del 25%”, dijo Fernández.
Como representante del sector carnicero, lamentó que el público no haya mostrado un comportamiento distinto al del primer semestre del año: bajo consumo de proteína cárnica y baja en las ventas del producto.
El presidente de Carniaragua explicó que tradicionalmente el consumo de carne de res baja en la época de vacaciones. La tendencia se debe en parte a los viajes de las familias, “pero este tiempo de alto nivel de inflación sin duda afecta el bolsillo y las personas se las ingenian para cumplir con los tres platos de comida con cortes de carne alternativos como hígado, corazón y riñón”, explicó el representante gremial.
“También es una época coyuntural para planificar estrategias y prepararse para el repunte de verano pues al regreso de vacaciones no sabremos cómo se ubicarán los precios”, concluyó.
Ventas disminuyen hasta en un 50 %
El precio de la carne en canal (sin despostar) se ubica esta semana en 1600 bolívares para las vacas y hasta 1800 bolívares para los toros con un precio final de venta al público desde Bs. 2400, explicó Fernández. Aún así las ventas se mantienen con bajas hasta de un 50 %, según lo que expresaron carniceros que aseguran que desde el inicio de 2016 comenzaron las pérdidas.
En recorrido por varias carnicerías los precios varían entre 2.800 y 3.700 bolívares cuando hace dos meses se ubicaba en 4.500 bolívares.
Ana Lucía Martínez tiene 66 años y vive sola con su esposo porque ya los hijos emprendieron vuelo. Como la mayoría de los ancianos en Venezuela, solo cuentan con la pensión de vejez, el equivalente a un salario mínimo: Bs. 15.051. Asegura que comprar un kilo de carne hasta en 2500 bolívares, sele hace prácticamente imposible, por lo que se le hizo mucho más fácil cambiar le dieta.