Una blogguer decidió tomarse un selfie cada 30 minutos por día y esto pasó cuando acudió a su dermatólogo.
El selfie, la cual se ha convertido en la mayor manifestación fotográfica de los últimos años ha sido analizado por expertos de la piel que advierten sobre sus consecuencias. La luz azul que desprenden las pantallas de computadoras, tablets y teléfonos celulares, conocida como HEV, es la culpable del daño de la piel, fenómeno que la blogger británica Mehreen Baig se ha encargado de difundir a través del mundo.
Y es que después de pasar la mayor parte de sus días frente a una pantalla, ya sea tomándose fotos, editándolas, escribiendo sus textos, y actualizando su sitio, decidió hacer un experimento en el que se tomó 50 selfies al día y acudió con su dermatólogo para que analizara las consecuencias de este acto.
Los resultados apuntaron a que el uso excesivo tanto del celular como de la computadora en este proceso de sonreír, editar y publicar está afectando la piel de Baig y la de todos los que llevan ese estilo de vida.
Simón Zokaie, el dermatólogo de esta joven analizó su piel y encontró que la misma ya tenía daños visibles como manchas, lunares e inflamación, además de otros invisibles que en un futuro podrían ir apareciendo poco a poco.
Lamentablemente el caso de esta joven haciéndose selfies es solo un pequeño ejemplo de todos los graves daños que puede causar a la piel el estar expuestos por muchas horas al teléfono celular y además a otros aparatos electrónicos que nos rodean, ya que emiten campos electromagnéticos que son posiblemente cancerígenos para los seres humanos; incluso un estudio reciente reveló que las frecuencias que usan los teléfonos celulares se convierte en energía negativa que la piel y las células pueden absorber.