Las dos veces que la supuesta hija de Salvador Dalí se realizó las pruebas de ADN, el resultado, misteriosamente, nunca llegó a sus manos.
Pilar Abel no se cansa de darle las gracias a la jueza que ordenó la exhumación para saber si es hija de Salvador Dalí el pasado 20 de julio y que le ha permitido ver luz al final del túnel. Está feliz y tranquila tras las pruebas de ADN que le han practicado a su madre, Antonia Martínez de Haro, y está dispuesta a luchar hasta el final porque está segura, al cien por cien, de que es hija de Salvador Dalí, al que se refiere a veces como su padre.
Los resultados se darán a conocer a principios de septiembre y el juicio está fijado el 18 de septiembre. Mientras tanto, ella asegura estar tranquila y habla con una gran rotundidad y seguridad y asegura que no va a por el dinero aunque el tema de la herencia está presente.
¿Quién le contó que era hija de Salvador Dalí?
Ella cuenta que se enteró de esto por su abuela paterna todo porque ella la crió. “Yo la acompañaba a trabajar a la casa Macao, y con seis o siete años me dijo: Yo sé que no eres hija de mi hijo pero sé que eres hija de un famoso pintor, me dijo la palabra ’Dalí’ pero ya ves tú, yo era pequeña, ¿Dalí qué? Ahora empiezo a entender muchas cosas porque mi mamá lo pasó muy mal con mi padrastro la persona que me dio su apellido, muy mal, muy mal. Le hizo tener muy mala vida a mi madre y yo estaba siempre en casa de mi abuela o de mis tíos”.
Pilar asegura que nunca le contó a su madre sobre esa experiencia con su abuela, aunque confiesa que hubo un día, que nunca se le olvidará en la vida, en el que le dijo: “Mamá, ¿mi padre es Salvador Dalí? Mira que era feo, ¿eh?”. Y ella, que se estaba mirando al espejo, dijo: “Sí pero yo no me voy a echar piedras sobre mi tumba” y me comentó que él tenía su encanto.
Confiesa que la gente le dice que tiene rasgos de él, la cara y los ojos. Manifiesta que identifica mucho con él porque es como él o peor. Además ha heredado la inteligencia, la parapsicología, que no es pitonisa pero si parapsicóloga, y que con ver a una persona ya sabe cómo es.
“Aparte de eso mucha intuición y soy muy extrovertida, ya puedo estar llorando por dentro que por fuera no me veréis y Salvador Dalí era una persona que hacia su marketing en la calle pero en su casa era una persona estupenda. Mi madre siempre me cuenta que era una persona que ayudaba a todo el mundo. Ella no le llama Dalí le llama pescador”.
Pilas espera con ansias el resultado para develar si finalmente es o no la hija de Salvador Dalí.