La designación de Edgar Ramírez para formar parte del Oscar es la señal de que pronto Venezuela pudiera tener la primera estatuilla más codiciada del séptimo arte.
La Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood anunció finalmente su listado 2017 de invitados para ser miembros de la poderosa institución, encargada, entre otras cosas, de evaluar y seleccionar a los nominados y ganadores de los premios Oscar y nuestro Edgar Ramírez está en ella.
En esta ocasión se publicó la enorme cifra de 774 nombres, entre los que figura el venezolano Edgar Ramírez, distinguidos por su contribución a la industria, incluyendo actores, cineastas, diseñadores, productores, escritores y otros trabajadores del mundo del cine.
También fueron invitados a ser parte de la Academia las actrices Monica Bellucci, Charlotte Gaisnbourg y Kristen Stewart; los actores Tony Leung, Dwayne Johnson y Viggo Mortensen, así como los directores latinoamericanos Adolfo Aristarain, Carlos Diegues, Nelson Pereira dos Santos, Amat Escalante, Alejandro Jodorowsky, Kleber Mendonca Filho, Arturo Ripstein y Pablo Trapero, entre otros.
El actor venezolano estuvo nominado al Globo de Oro en 2011 por su papel en la producción franco-alemana “Carlos”, de Olivier Assayas, que le valió el premio César, el Oscar francés.
En Estados Unidos actuó también en “Joy”, “Punto de quiebre”, “Furia de titanes”, “Vantage Point” y “El ultimátum de Bourne”. En Francia hizo “Corazón abierto” y en Panamá “Mano de Piedra” del venezolano Jonathan Jakubowicz, junto a Robert de Niro y Rubén Blades.
La nueva ola de profesionales que la Academia acaba de aceptar como miembros, es la más diversa de su historia, además de la más numerosa. Los 774 incorporados provienen de más de cincuenta países y un 30% son negros y 39%, mujeres. Los que se desea es cambiar el rostro de una asociación que muchos creían caduca y en poca consonancia con los tiempos de diversidad racial y de género que corren.
La designación de Edgar Ramírez para formar parte del Oscar es la señal de que pronto Venezuela pudiera tener la primera estatuilla más codiciada del séptimo arte.