Un Batman argentino ha hecho del Hospital de Niños de La Plata un blanco de risas contra el dolor y fuente de donaciones de aquello que falta en el sector público.
Abundante fantasía, ansias de solidaridad y un pacto de anonimato inquebrantable lo hace de pies a cabeza Batman. Sólo revela que es docente, cumple labores administrativas de lunes a viernes, está casado y tiene tres hijos.
“Aún chiquitos, cuando me ven de Batman creo que se asustan un poco”
“Me siento muy conectado con mi espíritu de niño y con la solidaridad. Sobre todo en una Ciudad Gótica como ésta que es Argentina”, explicó en su ‘Baticueva’, Bruno Díaz, el enmascarado de La Plata, ciudad a 60 km al sur de Buenos Aires, donde vive, trabaja y actúa aferrado al incógnito con el nombre de fantasía del personaje Batman.
Desde hace cuatro años, cada viernes sube raudo a su ‘batimóvil’, un Renault Fluence negro con líneas amarillas y ‘alas’. El logo del superhéroe está en neumáticos, volante y luces exteriores. Enciende el motor y suena la música de Batman Inicia (2005), la primera de la trilogía del director Christopher Nolan.
Al ritmo de notas dramáticas acelera a 110 km/h en las estrechas calles de un barrio de clase trabajadora. Estaciona en el Hospital de Niños “Sor María Ludovica” de La Plata, un centro de salud pública de alta complejidad, y desciende cargado de dibujos y golosinas.
El Batman solidario fue visto de civil, por primera y única vez, por dos monjas del hospital la mañana del 2 de abril de 2013, cuando pidió permiso para visitar a los enfermos.
Esa noche La Plata sufriría una catástrofe natural, un aguacero inundó la mitad de la ciudad, dejando cerca de 90 muertos, cientos de damnificados y daños millonarios. Se estrenó en su personaje con un traje de neopreno, capa y botas de nieve. Sin saberlo, se iniciaba en esta labor pocos años después de que un alter ego en Estados Unidos, Lenny Robinson, se hiciese popular entre los niños por también visitarlos en el hospital vestido de Batman, el cual murió en 2015 en un accidente en su Batimóvil.
“Son muchos motivos por qué elegí a Batman, características personales que tienen que ver con lo solidario, con creer que sin justicia nada puede funcionar bien”, explicó.
Pero ¿Dónde está Robin? La función de Robin la cumplen un montón de personas quienes dos veces al año organizan un “batiencuentro” solidario. En el último, en mayo, juntaron para donar 25 televisiones LCD de 32 pulgadas además de reponer termómetros y otros insumos.