Muy tecnológico será Hugo Chávez para felicitar la Navidad vía SMS, es decir, por medio de un mensaje enviado a los teléfonos celulares de miles de venezolanos, pero ¿dónde está la privacidad de los ciudadanos? ¿Acaso el mandatario puede saltarse todas las normas mínimas de respeto a la intimidad, como es el manejo del número celular de numerosos ciudadanos, que es un dato personal que debería estar resguardado?

Parece que en Venezuela, Chávez hace lo que se le antoja. Y si justo en un año electoral le parece bonito enviar una felicitación naviseña a través de un SMS, pues así sea. Y es que el mandatario se cree dueño de un latifundio en este enorme país que lleva ya demasiados años aguantando sus tropelías, propias de monarca absolutista del siglo XXI.

El autócrata mandatario, con su agobiante omnipresencia, ha querido felicitar estas fiestas con el siguiente mensaje: ‘Cada diciembre, durante todo este tiempo, hemos celebrado victoriosos nuestra marcha indetenible había la Patria Buena y Bonita… Plena de alegría, justicia y de igualdad social. Feliz Navidad compañeras y compañeros. Hugo Chávez”.

¿Y cómo se supo de esta nueva acción de la campaña electoral chavista? A través de Twitter (con la etiqueta #SMS), que es un canal también muy utilizado por el mandatario para comunicar decisiones importantes o para gobernar al país desde Cuba, cuando estaba en tratamiento de su enfermedad.

Con el encabezado ‘Jefe de Estado desea Feliz Navidad’, la maquinaria de propaganda chavista envió dicho mensaje a usuarios de diversas operadoras de telefonía móvil venezolanas. Y no sólo eso: a esta acción se suma el mensaje transmitido en cadena por radio y televisión y sus mensajes de Twitter.

¿Cuánto se habrá gastado el Gobierno enviando estos mensajes? Imposible saberlo dado el oscurantismo existentes en las cuentas manejadas por Chávez. ¿Se ha producido una invasión a la privacidad? Seguramente sí, aunque la privacidad solo importan cuando se trata de la intimidad de Chávez, que no quiere revelar su estado de salud por más que esto afecta a la situación actual y futura de Venezuela. Si hablamos de la privacidad de cualquier venezolano común y corriente, entonces no cuenta. Su privacidad se puede pisotear si con ello el Gobierno venezolano logra obtener alguna ventaja electoral. Así está el país.