Algunos de los vehículos que se vieron pasar por la frontera colombo venezolana, por el puente internacional Francisco de Paula Santander, ubicado en el municipio Pedro María Ureña del Táchira, terminaron de llegar empujados luego de seis meses y 7 días detenidos en un estacionamiento, cuando sorpresivamente el gobierno de Venezuela cerraba el paso con Colombia.
En principio el gobernador del Táchira José Gregorio Vielma Mora había señalado, que el acuerdo sólo permitiría el paso de vehículos de carga pesada que estaban vacíos y quedaron a ambos lados detenidos con el cierre fronterizo. Pero en las cinco horas que se abrió el puente comenzaron a aparecer vehículos particulares de ambos lados, ya permisados por autoridades de Venezuela y Colombia.
Unos 400 aproximadamente cruzaron, las autoridades revisaban sus papeles de propiedad del auto y de identidad del conductor, lo que sucedía es que algunos propietarios que no cruzaron para encenderlos o chequearlos previamente, porque no se conocía esta oportunidad de pasar sino en la tarde del viernes, no sabían que sus carros tenían serias fallas y terminaron de pasar la franja limítrofe empujándolos, pero se notaba apoyo de uniformados en esos momentos.
Peatones no pasaron
Del lado neogranadino se observó a las autoridades de
Chequeo previo
En el caso de los carros particulares que cruzaron a Colombia, previamente el Ejército de Venezuela reunió a los interesados en realizar la movilización en la cancha de la plazuela en Ureña y junto a funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas -Cicpc- practicaron la revisión de los vehículos.
El representante de la cancillería colombiana que participó en el proceso, Víctor Bautista dijo que otros puntos para el paso de vehículos estaban ocurriendo al unísono en los estados Zulia, Apure y la zona sur Táchira.
Un micro bus de transporte colectivo venezolano ingresó a Ureña desde Cúcuta y el conductor emocionado gritaba, “por fin me devolvieron mí carro, mi trabajo”.