Deben pagar a la Policía de Los Teques para poder trabajar o de lo contrario los esposan, le decomisan la mercancía y hasta les quitan el dinero que tengan.
En Los Teques cada vez son más los agricultores que optan por vender los productos de sus siembras en aceras y plazas en busca de un ingreso mayor al que representa la venta en sus propias tierras de cultivo pero deben luchar por no ser víctimas de la Policía de Los Teques.
Tal es el caso de Gustavo Corrales, quien ya lleva varios meses corriendo de esquina a esquina intentando evitar a la Policía Municipal de Los Teques, la cual sostiene matraquea a gran cantidad de personas que como él , buscan sustento de forma honrada, y si se niegan a pagar “la vacuna”, pues el resultado será; decomiso de la mercancía, entrega total del dinero hecho durante el día.
Gustavo fue durante un buen tiempo albañil y con ese oficio lograba mantener a su familia y descansar sus fines de semana. Hoy dice con pesar que el trabajo de agricultor es mucho mas fuerte pues es de domingo a domingo, ya que debe sembrar, cosechar y luego vender sus hortalizas en las calles.
Rechaza la manera en la que la Policía de Los Teques lo trata y denuncia que es una acción de complicidad entre todos los funcionarios.
“Tú le pagas a uno que pasa primero y te deja trabajar, luego viene otro y te quita la mercancía. Te llevan al comando Municipal te tiran al piso y te ponen el pie en el cuello, y las esposas, yo lo he visto. Y tienes que darle toda la plata del día.”
Asegura que esta práctica recurrente es de conocimiento del alcalde de Guaicaipuro Francisco Garcés a quien le solicita espacios para trabajar dignamente. “No nos dejan vender en las ferias porque dicen que ya no están dando permisos.
“Yo quisiera tener un local para vender tranquilo lo que cosecho. Pero no puedo.” Advierte que gana entre 10 y 15 mil bolívares diarios dependiendo de la mercancía que pueda cosechar, y asegura que como agricultor asegura que su familia coma “aunque sea un cambur verde sancochado y una ensalada de lechuga”
“Esto no da para sobrevivir, la semilla la sacó yo mismo porque no se consigue. Ni que gane 100 mil bolívares puede vivir porque no consigue comida. Cuando trabajaba la albañilería conseguía comida en todas partes, pero ahora no hay construcciones y tuve que volver a la siembra”.
Espera que pronto cese la acción de la policía que los trata como delincuentes. “Tenemos que pagar como mil bolívares para que te dejen trabajar, pero todos son una porquería, yo digo que hasta el mismo alcalde”.