Una paciente con VIH en Guayana manifiesta su negativa a morir por falta de medicamentos para tratar su enfermedad.
La falta de medicamentos afecta a todos por igual, desde los que padecen cáncer, diabetes, los hipertensos, hasta para curar alergias o una infección, los pacientes con VIH no escapan a esta realidad, pero se niegan a morir no por su enfermedad, sino por la desidia del gobierno nacional que insiste en rechazar la ayuda humanitaria internacional.
Saadia Maestracci preside la fundación que lleva su nombre, resumida en Fundasama, brindando apoyo psicológico a pacientes con VIH y ayudándolos en la odisea de conseguir medicinas.
Ella también padece esta enfermedad y ofreció su testimonio al elcorreodelorinoco.com sobre cómo hace en la búsqueda del tratamiento, cuya escasez está incrementando la muerte de pacientes en esta condición.
[youtube video=https://youtu.be/uZ-5pUmMnY0]«He conseguido medicamentos desde otros países con fundaciones aliadas.Acá normalmente dicen ‘llegaron los medicamentos‘ y es una verdad a medias, porque cuando una persona toma un coctel de tres medicamentos y llegan solo dos, no te los entregan porque no hacen efecto. No hay reactivos para ver cómo va nuestro organismo, medicinas para cualquier enfermedad, los bebés no tienen su leche, ni las embarcadas para hacerle cesárea y evitar que el bebé se infecte».
Maestracci precisa que el problema data desde 2009, puntualizando que el estado Lara es el de mayor crisis, mientras que en el último trimestre del año pasado murieron 60 personas en Carabobo por falta de medicamentos.
«Estamos cayendo como filas de indios (…) ya han muerto más de mil personas por VIH, pero yo no quiero formar parte de esa estadística, yo me niego a morir por la desidia de un gobierno irresponsable», añade Maestracci.
En Guayana no hay una estadística precisa de cuántos pacientes con VIH han muerto en los últimos meses, pero Saadia acota que también hay personas que mueren en silencio. Su llamado es el mismo de millones de venezolanos, que el gobierno acepte la ayuda humanitaria.
«Muchas ONG han querido aportar medicinas para nosotros, pero el gobierno no se los permite porque a lo que nosotros llamamos ayuda humanitaria, ellos lo llaman injerencia (…) que acepte la ayuda humanitaria porque es lo más próximo que tenemos, porque ellos ni siquiera han hecho orden de compra, y si nos ponemos a ver mientras dan la orden de compra, la firman, la llevan y entregan los medicamentos, eso tarda como nueve meses», agregó.