El parque La Llovizna en Ciudad Guayana recibe a visitantes de todo el país, a pesar del descuido en el mantenimiento.
Visitar al estado Bolívar, en especial a Ciudad Guayana, es hacer una parada obligatoria en La Llovizna, uno de los parque naturales de la región que recibe miles de visitantes de todo el país durante todo el año. Su atractivo son las pequeñas islas conectadas por puentes y caminerías, y saltos de agua sobre el río Caroní, a pocos kilómetros de confluencia con el Orinoco.
El salto más emblemático del parque es el que lleva su nombre, La Llovizna, desde cuyo mirador se puede sentir la bruma de la cascada. Otro de sus atractivos es el famoso Teatro de Piedra, donde frecuentemente se llevan a cabo actos culturales y deportivos.
Con sus más de 50 años, es un lugar que no pasa de moda ni para los guayaneses ni para los turistas. «Vengo frecuentemente con mi familia y amigos, ahora tiene más atractivos que antes porque hacen actividades de yoga, tiene gimnasio al aire libre… lo malo es que lo descuidan frecuentemente, hace falta más mantenimiento y seguridad».
En efecto, algunas caminerías del parque son opacadas por la maleza, abriendo espacios a la delincuencia, de la cual muchos también han sido víctimas en el lugar. Otra de las quejas fue que el 25 de diciembre no abrieron sus puertas al públicos, fecha que visitantes habían escogido precisamente para pasar un rato diferente.
Historia del Parque La Llovizna
El parque La Llovizna fue creado por la empresa CVG Edelca, en 1964, mismo año en el que ocurrió un fatídico accidente el 23 de agosto, donde fallecieron ahogados 37 educadores, recuerda el cronista de la región, Américo Fernández.
El parque contaba con dos puentes colgantes. Fue en una visita para la XIX Convención de la Federación Venezolana de Maestros. Una fiesta se celebraría en una de las islas, y para llegar al lugar era necesario atravesar uno de los puentes de madera.
Los excursionistas excedieron el peso que soportaba el puente, y mientras hicieron una parada para tomar fotos al salto, se desprendió una de las bases, mientras los infortunados cayeron a la fuerte corriente del río.
De acuerdo con Fernández, luego de la tragedia el Parque La Llovizna estuvo cerrado por dos años, mientras se construía el nuevo puente, ahora con base de concreto, sobre el que algunos visitantes han alertado que es hora de que también recibe un mantenimiento a su estructura, sobre la que afirman presenta deterioros, a fin de evitar una nueva tragedia.