En la Central Azucarera de Ureña los trabajadores se encuentran en paro indefinido. La materia prima para producir azúcar escasea, no les cancelan sus beneficios de ley y no tienen condiciones mínimas para laborar. Desde que el Gobierno tomó la empresa, que era privada, bajó la producción en casi un 60%.
Los trabajadores del Central Azucarero de Ureña, Catza, entraron en paro indefinido el pasado viernes 8 de enero. El gobierno –de quienes dependen- no les paga sus beneficios de ley desde hace más de dos meses, a esto se suma la falta de mantenimiento de la maquinaria con la que operan. Además, no tienen caña de azúcar, principal materia para procesar el azúcar.
Los 268 trabajadores de Cazta detendrían por vez primera, de manera plena, la producción de azúcar, luego de que el gobierno tomará el control de la empresa hace dos años. Esta pertenecía a un consorcio privado de colombianos que trabajaban produciendo azúcar, con la que abastecían el Táchira y una parte importante de Venezuela, pero el gobierno tomó la empresa por su cuenta, la centralizó, y hoy, sólo producen el 30 o 40 por ciento de lo que en otrora generaba.
Los trabajadores declararon el paro, y dijeron que la medida se
anuncia con vocería del total de ellos. No quisieron personalizar la declaración a ningún nombre en particular para evitar alguna represalia, debido a que la frontera de Venezuela con Colombia está militarizada, y aunque venció el estado de excepción, la realidad de los habitantes de la zona no ha cambiado desde adoptada esta disposición en agosto pasado.
En la actualidad -explicaron- solo mil toneladas de azúcar en crudo se encuentran a espera de ser procesada, lo que se resume a 800 toneladas. Esto equivale a menos de un 20 por ciento de operatividad de la capacidad total de la planta.
Los cañicultores se fueron
No hay caña de azúcar en la zona fronteriza, dijeron los trabajadores de Cazta, porque los cañicultores han abandonado su trabajo, y en respuesta los dueños de las tierras de cultivo vienen vendiendo sus propiedades, además no hay apoyo del Gobierno Nacional para la producción agrícola, afirman los trabajadores.
Azúcar importada de Cuba, Nicaragua, y Brasil es la que se está consumiendo en Venezuela.
Problema laboral
Una de las trabajadoras, Luz Marina Ibarguen, dijo que exige el
pago de sus beneficios laborales. No les cancelan bono de alimentación, de salud, no hay beneficios escolares para sus hijos y las condiciones en las que operan son deprimentes.
“No tenemos ni un destornillador, entonces no se pueden trabajar así”.