Para lograr comprar cauchos de moto deben permanecer dos días haciendo cola en la calle. Acuden al lugar con merienda y una colchoneta en mano para dormir.
La situación del venezolano sigue siendo muy cruel para realizar casi todo tipo de compra. En el fronterizo estado del Táchira, los motorizados duermen en la calle, por casi dos días para poder comprar cauchos de moto a precio regulado.
Todos claman porque el proceso de la venta mejore y puedan adquirirse los neumáticos en más establecimientos, debido a que solo un local está autorizado para tal fin, en la Calle 14 con Carrera 15 de Barrio Obrero, en San Cristóbal.
El motorizado, Pedro Bautista narró su peregrinar, dijo que deben estar en cola, sin moverse del lugar, porque si se ausenta podrían perder la opción, debido a que los borran de la lista.
“En la mañana del día antes empezamos la cola, por eso dormimos en la calle. Es peligroso, pero ahí nos cuidamos. Traemos algo de comer y colchonetas para poder pegar un ojo mientras tanto, porque la mañana siguiente sigue la cola y cada rato están pasando la lista».
En el único sitio de venta de cauchos sólo entregan 30 números diarios, y el Táchira es un estado con más de un millón de habitantes. La cantidad de motorizados son miles, debido a que es el vehículo más económico al que tiene acceso el venezolano.
11 salarios mínimos un caucho
Un neumático para una moto, tiene un valor que oscila entre los 20 y 50 mil bolívares, en el mercado común, donde se consigue con menor dificultad. Pero este monto equivale a casi 11 meses de trabajo, para alguien que devengue un salario mínimo en Venezuela.
El precio regulado por el gobierno venezolano, para los cauchos es de 6 a 12.000 bolívares, dependiendo del tipo de motocicleta.
Los motorizados dicen que es una humillación y un riesgo el proceso implementado para comprar los cauchos, aseguran que este método debe ser eliminado, porque luego deben hacer el mismo sacrificio para una batería de su moto y para comida hacer más colas: “entonces en qué momento vamos a trabajar y a vivir”, dijo uno de los que estaban en la cola, y como todos, prefieren no permitir fotos, porque los “fichan” y después no les vende, consideran los afectados.