La madre Jhosman Paredes y el padre de Gerardo Carrero, estudiantes presos, protestan frente a la Defensoría del Pueblo, pese a que arriesgan su vida.
Luego de cuatro días encadenada a las puertas de la Defensoría del Pueblo en San Cristóbal, Pausolina Rondón presentó severos problemas de salud que la obligaron a pedir asistencia médica por dificultades respiratorias y otros trastornos que, al parecer, obedecen a una infección pulmonar originada por dormir en el piso, expuesta a la contaminación de la avenida, al clima y otros factores.
Paulina Rondón es la madre de Jhosman Paredes, uno de los estudiantes tachirenses detenidos en la ciudad de Caracas, en el Helicoide, desde el 18 de septiembre del 2014. El joven de 22 años fue acusado de presunta vinculación a planes conspirativos para generar caos con la intención de derrocar al gobierno del presidente Maduro.
La manifestante fue atendida por médicos de Protección Civil que le prestaron auxilios, en la mañana de este jueves, y dijo que permanecería en la protesta hasta tanto la petición de la medida humanitaria que hace junto a Gerardo Carrero, padre del también estudiante tachirense preso, no sea atendida.
“Mi hijo y el hijo de Gerardo Carrero son estudiantes presos injustamente y los dos tienen serios problemas de salud, más Gerardo. Ellos son sometidos a crueles tratos, por eso yo como madre esté como esté, no puedo irme a la casa a descansar, sabiendo que no sé si mi hijo está bien o no. Además, hemos ido a todas las instancias y no nos han atendido, por eso seguimos aquí frente a la Defensoría esperando que se haga el milagro y la justicia. Hasta que eso no ocurra de aquí no me levanto”.
“Es por su vida por la que lucho”
Gerardo Carrero padre, fue quien inició la protesta encadenado frente a la Defensoría del Pueblo en San Cristóbal, hace 7 días. A él se sumó luego, Pausolina Rondón.
Comentó Carrero, que el estado de salud de su hijo sigue siendo muy grave y presentó el diagnóstico que le entregó el médico que lo chequeó en agosto pasado. En el documento se lee que el estudiante preso presenta hernia hiatal, gastropatía nodular y duodenitis, lo que de acuerdo a su progenitor, puede devenir en un cáncer, según le explicaron galenos que revisaron el diagnóstico.
Gerardo Carrero hijo tiene un año y 7 meses preso. Fue detenido el 18 de mayo del 2014, en uno de los campamentos levantado por jóvenes en Caracas, que protestaban en contra del gobierno de Nicolás Maduro.
Su primer sitio de reclusión fue El Helicoide, también ubicado en la capital del país. Luego inició una huelga de hambre para protestar por el retardo de su juicio, lo que originó que fuese trasladado a la sede del Sebin (Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional), conocida como “La Tumba”, donde –de acuerdo a su padre- pasó seis meses sin tener luz solar y sufriendo vejaciones extremas, lo que agudizó su cuadro de salud y obligó a sus captores a trasladarlo para un chequeo hasta el Hospital Militar. Regresando de nuevo como prisionero al Helicoide, donde permanece.
Gerardo Carrero padre, dijo a El Correo del Orinoco, que no se moverá del lugar ni se retirará las cadenas, hasta tanto su hijo no reciba la medida humanitaria que pide: “Ya no es ni siquiera su libertad la que reclamo, es por su vida por la que estoy luchando”.