Ofertas de empleo en el área del comercio han caído a raíz del nuevo horario de racionamiento eléctrico: la operatividad se fue a pique.
Si algo ha quedado de relieve con la crisis de energía que existe en el país, es el grave daño que el nuevo horario de racionamiento eléctrico, ha causado al ya deteriorado sector productivo del país, especialmente al área del comercio y la industria.
Luis Alvarez está a cargo de una franquicia en el Centro Comercial Puente Real de Barcelona y según comenta, desde que comenzaró el nuevo horario de racionamiento eléctrico, las ventas descendieron drásticamente, obligando a la reducción de personal.
«Contábamos con 8 empleados y sólo quedan 4, porque dos renunciaron y nos vimos en la necesidad de despedir a otros dos, además de reducir los turnos, porque prácticamente estamos trabajando a pérdida».
El comerciante señala que el Centro Comercial abre a las 12 del mediodía y a las 6:30 pm los locales son llamados a cerrar. «La gente del condominio obliga a que todos hayamos salido a las 7 en punto, porque si cierran cinco minutos después son objeto de fuertes multas».
Comenta que la operatividad en la franquicia a su cargo está por el orden del 20%, lo cual ha obligado a tomar medidas de ajuste para no tener que cerrar. Sin embargo, cree que resulta difícil porque nadie puede trabajar a pérdida.A su juicio todo el comercio redujo las ofertas de empleo porque no hay ganancias.
Al respecto, Marco Ramos propietario de una tienda de ropa deportiva, dijo estar trabajando para no perder la costumbre, pero que no hubo ganancia durante el primer trimestre del año. «Estoy esperando a ver si se produce alguna recuperación, aunque sea leve, porque de lo contrario tendré que cerrar».
Destaca que resulta imposible cumplir con el pago de servicios y garantizar el retorno de la inversión en una condiciones tan adversas.
«En mi caso no tengo empleados, la familia participa, pero no es fácil estar operativos con tantas trabas, el nuevo horario de racionamiento eléctrico es un problema, pero además está la falta de divisas y la incertidumbre que se vive a la hora de reponer inventario, nunca se sabe si se podrá o no recuperar la inversión».
A menor operatividad, menor ofertas de empleo
De acuerdo con lo dicho por el presidente de la Cámara de Comerciantes e industriales del municipio capital, Wael Raad, durante el primer trimestre de 2016 muchas empresas se han visto forzadas a parar y otras están intentando subsistir a punta de créditos, pero la realidad es que muchos comercios redujeron la oferta de empleo, ante la caída de las ventas por el racionamiento eléctrico y la inestabilidad económica.
«La gente no tiene capacidad de compra, muchos miran primero y luego proponen apartar la mercancía porque pocos disponen de dinero para gastar, la crisis es severa», asegura para añadir que muchos negocios trabajan con la familia porque prácticamente no hay ventas son menores, de ahí, que las ofertas de empleo cada vez sean menos porque no vale la pena pagar a unos empleados para que estén sin hacer nada.
Observa que nadie sale a comprar con efectivo por la inseguridad y que sin luz no funcionan los puntos de venta, «toda una contrariedad durante 4 horas de lunes a lunes».