La escasez de refrescos hace de las suyas y una botella de dos litros es vendida hasta en Bs. 500.
Durante las fiestas decembrinas los guayaneses recorrieron casi toda la ciudad en búsqueda de un producto: refrescos de cualquier sabor, pues la escasez en Guayana y en Venezuela atacó también esta bebida al punto de no conseguirse en supermercados, panaderías, bodegones o bodegas.
La especulación también hace de las suyas y una botella de dos litros es vendida hasta en 500 bolívares, hasta tres veces por encima de su precio regular. En otros lugares solo se consiguen las llamadas “bombonitas” o los refrescos de lata de 750 mililitros. Los consumidores han optado por sustituir el producto con jugos patentados o té frio, bien sea “Nestea” o cualquier otra marca que se consiga.
Algunos establecimientos, aprovechándose de la escasez, condicionaron la compra de refrescos con otro producto.
“El 24 de diciembre estaba desayunando con mi papá en la panadería Kakao, en el centro comercial Costa Mediterráneo en Puerto Ordaz y vi una señora que venía con una Pepsi Cola. Le pregunté dónde consiguió y me dijo que en la misma panadería. Cuando le dije al mesonero para que me anotara en la cuenta dos botellas, me respondió que me vendían una Pepsi con la compra de un pan de jamón”, contó Alejandra Tenia.
Como se ha hecho costumbre en todo el país, no pasó mucho tiempo para que en caja se hiciera una pequeña cola. Cada comprador con un pan de jamón en una mano y una Pepsi Cola en otra.