La escasez de condones en Caracas afecta la planificación familiar y el estilo de vida de los ciudadanos.
La crisis económica afecta todos los aspectos de la vida del venezolano, hasta la sexualidad. La escasez de condones ha hecho que algunos utilicen métodos alternativos, no tan seguros, para prevenir un embarazo o enfermedad de transmisión sexual.
Andrea González, joven de 32 años, señala que actualmente se consiguen en las farmacias caraqueñas condones de marcas no convencionales.
«Por lo menos hay ese. Hace dos, tres meses no había ninguno. El problema ahora son los precios. Una cajita de 3 cuesta como 2 mil bolívares».
Explica que en su caso los utiliza para prevenir embarazos, pero la situación se complica porque las pastillas anticonceptivas tampoco se ven en los pasillos de las droguerías.
Mercedes De Abreu cuenta que en lo que va de año ha tenido que cambiar las pastillas anticonceptivas tres veces debido a la escasez.
«Mi ginecóloga me dice que no es lo mejor, pero es que si no se consiguen ¿cómo hago?».
Israel Medina, de 26 años, bromea con que antes se pensaba que eran los hombres los encargados de tener siempre un preservativo en la cartera. «Ahorita todo está tan difícil que las mujeres han tenido que ponerse las pilas y ayudarnos con eso. Una vez una amiga estaba en un Farmatodo y llegaron los condones. La chama compró cuatro cajas de un solo golpe. ¡Habrán pensado que era una prepago!».