Oficialmente Ciudad Guayana es catalogada como una de las urbes con el mayor coste de la vida en Venezuela, según el boletín del Banco Central de Venezuela en el que se revela el índice de inflación 2015, se conoció que Guayana alcanzó un nivel de 212%, ubicándose en el segundo puesto en la lista de las ciudades con el más alto índice nacional de precios al consumidor (INPC), encabezada por Barquisimeto, estado Lara, con 224%.
“Estos resultados se producen en un contexto en el cual se mantiene una reducción de la oferta de bienes de consumo final, debido a la baja en las importaciones y a la merma en la producción nacional».
«Circunstancias a su vez influenciadas por la caída de los precios internacionales del petróleo. A esto se suma la situación de desabastecimiento de productos, lo cual es percibido por la población como uno de los principales problemas que aquejan al país, junto a la especulación y el acaparamiento”, señala el boletín del Barco Central de Venezuela (BCV).
Bertha Ramírez es ama de casa y madre de dos hijos de 15 y 19 años. A su juicio, la solución parte por una rectificación de las medidas económicas que ha venido implementando el gobierno del presidente Nicolás Maduro.
“No hay control, en Guayana todos los días los precios cambian, hoy compro un kilo de queso a un precio y mañana está más caro, y ahora con el aumento de la gasolina será peor, porque aunque aumenten el sueldo y la cesta ticket, los productos también los aumentan”.
Con respecto a 2014, el índice de inflación en Ciudad Guayana se incrementó en más de 150%, pues ese año el INPC se ubicó en 57.8%, una diferencia de 154.2% con el resultado actual.
A pesar de la alta inflación en Venezuela, donde Ciudad Guayana secunda a Barquisimeto por una diferencia de 12%, las políticas económicas del Gobierno nacional no se han correspondido con este resultado, empezando por el mal cálculo de la unidad tributaria (UT), aumentándola de 150 bolívares a Bs. 177, con lo cual los trabajadores de bajo ingreso deberán pagar en 2017 el Impuesto Sobre La Renta (ISLR).
Asimismo, el valor en el bono de alimentación hubiese sido mayor de haberse correspondido el incremento de la UT con el nivel de inflación en Venezuela.