Está tan viciado todo en el país, que el monopolio no solo está en la economía, en la sociedad, en la información, sino también en la oligarquía de algunos partidos, que siguen con cierta timidez sus discursos demagogos que favorecen al régimen.
La hegemonía del poder recae sobre unos pocos que lamentablemente no ayudan a solucionar la debacle en la que ha caído la cotidianidad del pueblo venezolano. Un malestar generalizado, no solo por la escasez de los derechos básicos, sino peor aún por el monopolio político del cual se sienten traicionados y decepcionados, sin dejar de nombrar a jubilados y pensionados en el exterior quienes no reciben su dinero después de tantos años de trabajo, desde hace dos años.
Continúan los diálogos, negociaciones, acuerdos, como los quieran llamar, ¿Hasta cuándo van a dejar morir a la gente perdiendo el tiempo en semejante bodrio?, y lo más deshonroso es que luego salen a luz pública diciendo que los engañaron, estos polvos vienen de aquellos lodos que tanto los han embarrado pero ellos siguen en tal circo.
Son pocas personas en el medio de la política que se mantienen integras e incólumes. La tropelía de las elecciones regionales ya lo han demostrado con la mayoría de esos nuevos gobernadores que no pueden ser más lumpen (con el perdón de este grupo social que ahora hay demás en el país por la nefasta gestión de los ocupas de Miraflores), y que no representan realmente nuestro sentir, al contrario con esas designaciones a dedo han matado la madre tierra dejando huérfano a todo un pueblo.
Es momento de depurar las oligarquías partidistas, sobre todo el PSUV, en vez de estar aprobando leyes que vienen a socavar la ya tan censurada Libertad de Expresión. Esa tal Ley en contra del Odio no es otra cosa que la gota que faltaba al vaso para que se derramara, ya que por lo menos la mayoría de los venezolanos ante la impotencia de seguir soportando esa gentuza en el poder, nos podemos desahogar diciéndole las verdades y llamándoles como se merecen por las redes, por los medios, con grafitis, con panfletos, ¿Es qué acaso creen que nos callaran?
Los prevaricadores de las fuerzas armadas siguen sin hacer nada, pero sé que se acercarán horas de rupturas en donde se oirá la pólvora, porque lamentablemente parece ser la única manera de fortalecer y recuperar al país, efectivamente está visto que de las manos de politiqueros no saldrá la solución.
En esta situación lo que está planteado es reconstruir la dirección de la oposición, salir de los fantoches que siguen con el monopolio de los partidos políticos, ya que por ahora no podemos sacar a Maduro, tenemos que empezar a organizarnos para purgar a la oposición y votar por los que verdaderamente pueden sacar al país del atolladero que se encuentra, cosa que será complicada, por eso tenemos que centrar muy bien nuestros ojos en líderes con ideas y soluciones coherentes a parte de gozar de un merecido respeto.
Se quedaron muy atrás y ensombrecidos los agentes del régimen y sus falsos discursos.