Ana María López junto a su esposo vende papelón en las calles de Caracas “busco trabajo y no hay fuentes de empleo”.
Cada vez son más las personas profesionales y con oficios definidos que tienen una frase recurrente “ busco trabajo ”, sin embargo la respuesta es la misma, no hay plaza vacante. Ana Maria López es una de esas mujeres venezolanas que, con 52 años a cuesta, tuvo que salir a patear las calles vendiendo jugo de papelón.
Su esposo tuvo que vender la camioneta con la que trabajaba haciendo mudanzas porque después que se le dañó no tuvo dinero para los repuestos y tenía que sacar el vehículo del taller.
Su hija actualmente estudia en la universidad y no quiere verla partir a otro país “porque Venezuela es tu casa y tu quieres vivir en tu casa, pero bien”.
“Yo busco trabajo mientras recorro las calles pero no he conseguido. Esta situación es bastante difícil porque además no se consigue nada, los medicamentos son escasos, los hospitales están colapsados, estamos en precarias condiciones y en este momento el Gobierno no quiere aceptar la ayuda humanitaria que tanta falta nos hace”, explica López
Asegura que apoya las manifestaciones que convoca la oposición porque no tolera los problemas que confronta el país.
“No quieren darnos medicinas, no quiere el revocatorio y nosotros lo que queremos es que exista producción en Venezuela”.
Manifiesta jamás haber pensado que a su edad estaría vendiendo papelón “pero es que no tengo otra fuente de ingreso porque no consigo trabajo. Esa es la misma razón por la que las nuevas generaciones se tienen que ir, para buscar un futuro porque aquí no le brindan el apoyo que necesitan. Estamos en un estado de decepción,” aseguró la vendedora de papelón.
Culmina asegurando que participará en las nuevas concentraciones que convoque la Mesa de la Unidad Democrática porque quiere tener a su hija cerca y a su esposo sano.