Dependiendo del humor de los militares, permiten o no el paso a las personas permisadas para cruzar hacia Colombia desde Venezuela, denunció el diputado por el Táchira, Sergio Vergara.
En los últimos días no se está dejando pasar por los puentes internacionales del Táchira, hacia Colombia, a quienes trabajan en ese país, pero viven del lado venezolano; a pesar de que esa fue una medida establecida como parte de las acciones permitidas por el llamado Corredor Humanitario.
Así lo denunció el diputado tachirense al Parlamento nacional, Sergio Vergara.
Un trabajador dio testimonio del hecho, pero solicitó no publicar su identidad, teme se agudice la situación al volver intentar pasar a Colombia. Después de establecido el Corredor Humanitario, en el Puente Internacional Simón Bolívar de San Antonio del Táchira, al menos 4 de los 7 días de la semana este hombre cruzaba a trabajar en Cúcuta, en un negocio de comida.
“Yo saqué todos los papeles que piden y matriculé a mi hija en un colegio allá, para no dejarla sola en San Antonio, pero desde la semana pasada me está poniendo mucho problema y me dijeron que ya no me dejarán pasar más”.
El permiso para cruzar por razones de trabajo está establecido presentando documentos de identidad y la respectiva constancia de trabajo, emitida en Colombia.
“Sin avisarnos nada, nos hacen eso, y yo no les quiero dar plata a los militares, que es lo que siempre andan buscando. Pero imagínese que todos los días les tenga que dar para cruzar, entonces iré a trabajar solo para ellos y no para mi familia”.
Sergio Vergara afirma que lo que denuncia el ciudadano venezolano afectado, reitera una vez más la crisis humanitaria de la frontera, destacando que la gente no tiene trabajo porque las empresas, industrias y comercios de San Antonio y Ureña, en el Táchira, cerraron o están en quiebra.
“Pero si no hay trabajo aquí, al menos permitan a la gente que vaya a trabajar a Colombia, si se les presenta la oportunidad”, mencionó el diputado.
Dinero: la llave que abre el puente
El informante anónimo agregó, que los militares humillan a la mayoría de las personas que tienen que cruzar la frontera.
“Así uno tenga el permiso al día. Cuando tiene suerte pasa pronto, pero puede esperar horas para lograr cruzar. Eso se lo hacen estudiantes, viajeros, hasta enfermos. No tienen ni un poco de consideración, sólo el dinero es el que abre el puente para cualquiera que quiera pasar sin muchos problemas”.