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“Los militares de Abastos Bicentenario se mojan las manos” “Cobran Bs. 400 Bs. 500 para poder comprar” “Esto se tiene que acabar el 6 de diciembre”.

¡Enardecidos! Así consiguió El Correo del Orinoco a los compradores que hacían su cola a las afueras de Abastos Bicentenario al norte de Maracaibo, quienes aseguraron que estaban esperando ingresar al establecimiento para adquirir alimentos, sin embargo, al entregar su documento de identidad les fue solicitado el monto de Bs. 400 para poder pasar a comprar sin hacer cola.

Estos habitantes que no sólo deben soportar los embates del bachaqueo y la venta de los primeros puestos en la cola, inexplicablemente ahora deben pagarles a los militares para que estos los dejen pasar.

Los compradores alegaron que al principio de la jornada todo transcurría con normalidad y orden a las afueras de Abastos Bientenario, los efectivos militares recogían tandas de 50 cédulas e iban ingresando por turnos, pero a medida que se incrementaba la cola de la tercera edad y la de los trabajadores del sector público, comenzó la problemática. abastos bicentenario -

Así lo aseguró Gabriela García, quien manifestó estar desde temprano en las inmediaciones del establecimiento y le pidieron la cantidad de dinero para poder ingresar.

«Esto es una corrupción, te quitan Bs. 400 y Bs. 500 para poder comprar ¡No! ¡Esto no debe ser así! Esto se tiene que acabar el 6 de diciembre».

Raúl Castillo, otro de los compradores, también se pronunció con molestia ante lo que ocurría “Recogieron las primeras 50 cédulas y los pasaron, después aparecieron 150 personas ¿De dónde salieron esas 150?”.

“Los guardias recogen dos lotes de 50 cédulas, y entran 200 personas, están cobrando Bs. 400 por cada cédula que recogen por fuera ¡No puede ser! Y entonces quienes estamos haciendo la cola legal quedamos por fuera y cuando entramos salimos a las 7 de la noche y no logramos conseguir nada”.

Clara Martínez también manifestó que asiste a ese establecimiento cuando le corresponde comprar por su terminal de cédula, aseveró que muchas veces se va a su casa con las manos vacías, porque no consigue productos como pollo, leche y pañales. Añadió que el máximo de venta de pollos es de tres, sin embargo, aseguró que sólo puede llevar dos, porque el restante se lo quedan los militares.

Enfermos y discapacitados también tienen que pagar

Con un catéter en su pecho, Delia Guerrero denunció el cobro para entrar al supermercado, exigió con molestia que se le haga seguimiento al caso pues calificó como una ‘cochinada’ que hasta los discapacitados atraviesen por esa experiencia:“Si nosotros denunciamos nos bloquean la cédula, pero que me la bloqueen porque estoy cansada de tanto abuso”. Agregó estar completamente insatisfecha por tener que hacer colas y mucho más bajo su quebranto de salud, confesó que su mayor descontento es hacia el gobierno.

“Ya no quiero ser chavista, porque Chávez se murió y lo que quedó no sirve”.