El país se cae a pedazos y no vemos medidas para enfrentar la debacle de estos últimos diecisiete años.

Devaluaron el bolívar, no para abaratar exportaciones y hacerlas más rentables sino para que el gobierno disponga de más bolívares por cada dólar que le ingresa. Las mafias los recibirán al precio preferencial de 10 bolívares para sacarles provecho al precio que realmente esté en el mercado. ¿Qué emergencia resolvieron con eso?

Dijeron aumentar el precio de la gasolina porque daba pérdidas. Sin embargo, los seis bolívares que ahora se cobran por la de 95 octanos se destinarán a los programas que el gobierno no podía mantener. Es decir, a incrementar el gasto público.

Ni Pdvsa arreglará sus finanzas ni atenderán la emergencia que no es otra que el desabastecimiento de medicinas, de alimentos, de insumos para la producción agropecuaria y de repuestos para automóviles.

Anunció Maduro una revolución fiscal. No entró en detalles, pero se trata de una catarata de nuevos impuestos a los sobrevivientes que han batallado para no cerrar sus ferreterías, automercados, hoteles, restaurantes, centros comerciales, talleres mecánicos, farmacias, panaderías, empresas de transporte y otros establecimientos.

En vez de estimular a quienes se han echado la crisis al hombro manteniendo nóminas, pagando impuestos y brindando servicios contra viento y marea, se les penalizará con más carga tributaria para que Maduro administre más dinero. Perjudicarán más a lo poco que queda de industria y comercio, amén de que los consumidores pagarán los platos rotos cuando los costos se trasladen a los productos finales.

La devaluación, el aumento del precio de la gasolina y el avisado aumento de impuestos son para darle más dinero al gobierno y afinar sucontrol sobre los despojos que quedan del otrora aparato productivo nacional.

Acaba de crear la Corporación Nacional Productiva de Empresas Nacionales Socialistas, nomenclatura vacía que se agrega a 38 ministerios y vicepresidencias que para poco sirven. Creará la Escuela Práctica de Formación Productiva de las Empresas del País, como si tecnológicos y universidades no existiesen.

La palabrería y la nada se tragan a quien hace de presidente mientras el país se hunde cada día más en el desabastecimiento y la inflación.

@claudioefermin@claudiocontigo