Maestros en Venezuela tienen en sus manos la formación de un futuro con estómagos vacíos y Aragua se reveló

Los maestros en Venezuela no escapan de la crisis económica que no solo azota al bolsillo sino que pega en el estómago y en Aragua la situación es aún peor. Los docentes dependientes del gobierno de Tareck El Aissami subsisten con salarios por debajo del sueldo mínimo porque el ejecutivo regional no cancela la homologación de sueldos con maestros dependientes del ministerio de Educación, quienes recibieron aumento del 50 % en 2015 y otro incremento del 55 % desde el 1º de marzo, pero en la Aragua Potencia a los maestros se les llena el estómago a fuerza de deudas.

El paro de docentes dependientes del ejecutivo regional se mantiene. La sentencia del Sindicato de Maestros, Profesionales, Técnicos en la Docencia y Conexos del estado Aragua (Simprotec), fue clara, precisa y contundente: no retornan a  las aulas de clases hasta tanto el gobernador Tareck El Aissami salde al menos la deuda que tienen con respecto a la homologación del 55 % de aumento con su respectivo retroactivo a partir del 1º de marzo.

Mientras los maestros en Venezuela hacen peripecias pare rendir el sueldo a pesar de que recibieron aumentos en 2015 y 2016, sus homólogos de Aragua subsisten con sueldos que no les alcanza para cubrir las necesidades básicas. Son 11 mil trabajadores de la educación dependientes del Gobierno de Aragua que se encuentran en iguales condiciones.

En lo que fue el segundo día de paro de maestros de Aragua, los afectados se concentraron a las puertas de la gobernación de Aragua. La protesta era evidente. En la plazoleta de ejecutivo regional y en las inmediaciones de la avenida General Páez, se mantenían los educadores con pancartas, pitos, matracas y consignas.

“El día de trabajo de un docente estadal es MENOR de lo que cuesta un cocosette… 500 bolívares”, se leía en uno de las pancartas que mostraba una de las afectadas. En conclusión, el sueldo de quienes forman el futuro de la “Aragua Potencia” se resume a una galleta. Nada más.

Los docentes estadales no piden nada que no les corresponda por derecho, pero al parecer, eso es demasiado para la primera autoridad regional que no da respuesta al reclamo que consideran justo para poder subsistir al igual que el resto de los maestros en Venezuela.

A pesar de la ensordecedora protesta, la Gobernación de Aragua se mantuvo de puertas cerradas. No esperaban ser atendidos, pero tampco hubo la intención de las autoridades en atenderlos. Simplemente que la paciencia de los docentes aragüeños se agotó con quincenas de 6.325 bolívares y un salario asignado de 10.835,92, tal y como lo demostraron con recibo de pago en mano.

No conforme, los docentes de Aragua al diferencia del resto de los maestros en Venezuela, son víctimas de persecución, hostigamiento y amedrentamiento.

Liseth León, una de las docentes asistentes en la protesta; denunció que Leonardo Alvarado, secretario de Educación, ordenó el levantamiento de actas contra los educadores que reclaman sus reivindicaciones.

Dijo que el domingo circuló un comunicado del secretario de educación y director de la Zona Educativa de Aragua (ZEA), mediante el cual daba órdenes a directores de planteles para que levantaran actas a maestros. La orden es que levanten el paro y reanuden actividades.

“Nos habla de guerra económica y de bloqueo internacional de lo cual nos enteramos porque no sabíamos que estábamos bloqueados internacionalmente. Recibimos visita en los planteles por funcionarios del departamento de supervisión de la ZEA para amedrentarnos, al personal interino y suplente le prohíben participar en las manifestaciones”, expresó León.

La docente denunció que les levantan actas que ellos no firman y que supuestamente pasarán a la Seceretaría de Educación para lo cual desconocen finalidad. “Nos amedrentan porque supuestamente la lucha es ilegal. La lucha es por nuestras reivindicaciones”, concluyó León.