Con la llegada de Mauricio Macri a la presidencia en Argentina, se desmonta el bolivarianismo instaurado desde hace 12 años en ese país.
En el año 1999 cuando Hugo Chávez ganó las elecciones presidenciales en Venezuela, se comenzó a gestar el Movimiento Bolivariano en Suramérica.
A sus ideas izquierdistas se les unieron Evo Morales en Bolivia, Luiz Inacio Lula Da Silva en Brasil, Rafael Correa en Ecuador, José Pepe Mijica en Uruguay, Michelle Bachelet en Chile y Nestor Kirchner en Argentina, seguido de su esposa, la recién saliente Cristina Fernández de Kirchner, todos ellos aliados además al gobierno castro comunista de Cuba, liderado por Fidel Castro.
Pero este domingo, con el triunfo de Maurio Macri en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Argentina, le dan un aire de cambio, no solo al país, sino a Suramérica, que después de 16 años de estar teñida de rojo y mirando a la izquierda, comienza a verse multicolor.
Este cambio es la voz del pueblo, la expresión, el sentir y el despertar de la gente que reconoció que la izquierda y el “Socialismo del Siglo XXI”, no era, ni es, ni será una opción viable para el progreso de una nación.
Los argentinos al igual que los venezolanos, sufren la delincuencia de día y de noche, de expropiaciones, de una economía débil y un control cambiario imitado al creado por Chávez, que les limita poder adquirir divisas, lo que ha generado un mercado paralelo, tal y como se vive en Venezuela.
Cristina Fernández de Kirchner, intentó por todos los modos quedar prendada muy cerca de la Casa Rosada, pero los argentinos le dijeron adiós. Ahora ella, tendrá que salir por la puerta trasera, dejando el Banco Central prácticamente en ruinas, con un crecimiento nulo en 2015 y una caída del 0,7% del PIB para 2016, según las estadísticas.
Marurio Macri tiene el reto de revertir todo el desbarajuste dejado por la era del Kirchnerismo bolivariano y reconstruir el país.
Con estos buenos aires que soplan desde el sur, gran parte de los venezolanos sienten que el 6 de diciembre, con las elecciones parlamentarias, se abrirán las puertas del cambio, y comenzará a gestarse una nueva Venezuela que comenzará a progresar mirando de frente.