Además de las denuncias por discriminación, los Clap no cubren la demanda de la población por lo que se mantienen las colas en el estado

A pesar de ser exhibidos como la tabla de salvación, los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP por sus siglas) no han podido cumplir con la tarea encomendada, distribuir los alimentos a toda la población y así garantizar el derecho a una nutrición sana establecido en la constitución.

En el sector Boquerón de la ciudad de Maturín, más del 65 por ciento de la población se queda sin recibir la bolsa de comida a través de los Clap. Esta situación no se presenta por la discriminación existente, sino porque la cantidad de alimentos que manejan no alcanza para cubrir los 117 sectores que conforman la referida comunidad.

“Lo que empezó como una prueba, falló. El programa no ha recibido los ajustes necesarios, y que no se los van a dar porque conocemos cuál es la política que ha utilizado el Gobierno durante estos 18 años, puro  ensayo, error y fracaso; hoy lo denominan CLAP, mañana saldrán con otro nombre, estamos seguros de eso” destaca Jesús Farías coordinador de Voluntad Popular en el referido sector.

En el sector Boquerón, el equipo de trabajo de la tolda naranja inició una investigación donde pudo constatar que solamente 40 de los 117 sectores ha recibido el programa mencionado. De acuerdo al último censo realizado en el año 2011, dicha comunidad contaba con 60 mil habitantes, situación que mantiene elevada la preocupación por el tema alimenticio.

“La situación se agrava porque muchos de los supermercados de la zona no están vendiendo productos regulados o de primera necesidad. Esa responsabilidad recayó directamente en los Clap” refiere Farías.

Anarquía total

El equipo de trabajo del partido de Leopoldo López en la entidad oriental destaca que hace tres meses que los alimentos no llegan al sector de manera coherente. Por otro lado denuncian irregularidades en cuanto a la comercialización de los productos.

“Hay que decir que esos productos no están siendo regalados por el gobierno, los están vendiendo y en muchos casos con sobreprecio. Los mismos están siendo distribuidos por personas que no tienen carácter legal para ejercer esas funciones dentro de la comunidad” aclara el dirigente.

De igual forma detallan la comercialización de productos en expendios privados, en donde las colas fuera del establecimiento son organizadas por las denominadas UBCH (Unidades de Batalla Bolívar-Chávez)

“Eso refleja el grado de anarquía y desorganización que existe alrededor de todo este en la parroquia Boquerón, pero estamos convencidos de que en todos los municipios del estado Monagas y de Venezuela ocurre lo mismo” detalla el vocero de VP en el sector.