La aprobación de la Ley de Titularidad de la Misión Vivienda mantiene a la expectativa a más de un beneficiario. Muchos permanecen en silencio cruzando sus dedos, esperando que entre en vigencia la ley para ver su sueño hecho realidad.
La Ley de Titularidad de la Misión Vivienda fue uno de los puntos más álgidos durante la Memoria y Cuenta 2015 del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, el pasado 15 de enero ante la Asamblea Nacional. Pues el mandatario se negó rotundamente a la posibilidad de que los beneficiarios de la Misión Vivienda obtuvieran por medio de esta ley el título de sus hogares.
“Tendrán que derrocarme para aprobar una ley de privatización, no lo harán y no lo harán nunca…, ustedes no tienen moral para privatizar viviendas, ustedes no han construido ninguna vivienda”.
Ante este escenario muchos de los simpatizantes de la revolución apoyaron la posición del presidente Maduro, mientras que otros sentados desde un rincón del silencio, esperaron con ansias que esta ley se aprobara, para lograr el sueño que siempre han tenido, el título de propiedad de su hogar.
Misión Vivienda y el silencio de sus ocupantes
Entre esos tantos que aún esperan leer su nombre en el titulo de propiedad de su casa está Arturo García, a quien llamaremos de esa forma para proteger su identidad, él al igual que muchos beneficiarios se sintió defraudado por la posición del presidente Maduro ante esta ley. Desde su apartamento, en uno de los complejos de Misión Vivienda en la Costa Oriental del Lago, relató a El Correo del Orinoco lo que tanto había callado.
“Soy chavista hasta que me muera, pero no madurista, mucha gente se le ha volteado al Gobierno y mucho más después de negar lo que propuso Julio Borges».
«Lo más justo era que nos dieran el título porque los apartamentos y las casas las construyeron para el que no tenia donde vivir y, eso lo hicieron con la plata del país, porque que yo sepa ni Maduro, ni Arreaza sacaron de su bolsillo los cobres para comprar una cabilla o un bloque”.
Arturo aseguró que vive en zozobra y no sólo en el complejo habitacional en el que vive, sino también en su área de trabajo, ya que siente que a diario es asechado por las miradas de sus superiores, pues en la empresa para la cual trabaja elaboraron una lista con los beneficiarios de la Misión Vivienda y con incertidumbre aseguró que les están haciendo seguimiento para saber si festejaron o no la aprobación de esta ley.
“En la empresa para el tiempo de las elecciones, no nos presionaron más por el 1×10 porque no pudieron, a cada rato nos llamaban a asambleas para advertirnos que si ganaba la oposición íbamos a perder todos los beneficios» «
«Muchos lo creyeron porque la guerra psicológica fue fuerte, pero aquí estamos, ganó la oposición y en vez de quitarnos los beneficios lo que están haciendo es que de verdad sean pa’ nosotros ¿Cuál era el aplique?”.
Arturo aseguró que se siente muy cómodo con su vivienda y que no tiene ningún tipo de intención de venderla para comprar otra, pues indicó que no desea volver a revivir sus tiempos de nómada y mucho menos al contar ya con un techo definitivo al cual llamar hogar.
“No voté por el PSUV porque quería mi casa”
Otro de los tantos que esperan obtener su título de propiedad es William Fernández, a quien también llamaremos con otro nombre. Él ni siquiera ha podido ver su sueño cumplirse, pues la construcción de su vivienda está bajo la responsabilidad del Consejo Comunal de su barrio al sur de Maracaibo y, desde hace tres años atrás ésta permanece inconclusa.
William lamentó sobre los escombros de lo que era su terruño que accedió a derrumbar su anterior casa porque estaba sobre una plataforma por debajo del nivel de la carretera y en los días de lluvia se inundaba por completo. Al momento del desalojo para la demolición, apeló por alquilar durante todo este tiempo una habitación que comparte junto a sus padres.
Con satisfacción William manifestó que el temor de que no le perteneciera la casa que ni siquiera habita, se aplacó días atrás.
“No voté por el PSUV porque quería mi vivienda, y votar por la oposición era mi única alternativa…, sentía que estaba cuidando algo que no era mío, porque así me lo hicieron sentir… estoy hasta el cuello, primero porque el sueldo que me pagan en CarboZulia no me alcanza para seguir pagando el alquiler y, segundo, que de aquí se robaron parte de los materiales de la casa y el consejo comunal no me responde por eso”.
«No entiendo cómo es posible que Maduro, que se declara tan humanista, se haya puesto en contra de la entrega de títulos, eso fue una patada para nosotros los revolucionario»,
Manifestó que de esta ley espera, no sólo recibir su título de propiedad, sino que impulse la culminación de las viviendas para poder llevar a sus padres a al lugar que se merecen.