Tras declarar inconstitucional la Ley de Amnistía el TSJ confirma que es un títere del gobierno nacional.
Eveling Trejo de Rosales, alcaldesa de Maracaibo y esposa del preso político Manuel Rosales, rechaza la decisión del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) al declarar como inconstitucional la Ley de Amnistía y Reconciliación Nacional, aprobada por la Asamblea Nacional.
“En lugar de ser un órgano institucional y autónomo, el TSJ es el brazo político del Psuv…, me siento avergonzada de ver como el Poder Judicial, en lugar de ser el máximo garante de la justicia en nuestro país, se doblega ante los caprichos del gobierno”, sentencia Trejo de Rosales.
La dirigente de Maracaibo desestima que los órganos judiciales se dediquen a perseguir a la gente sólo por pensar distinto al socialismo. Precisa que, Venezuela necesita tribunales que hagan justicia ya que el TSJ se ha convertido en el verdugo de los venezolanos inocentes.
“La Asamblea Nacional si es un poder legítimo porque recibió el apoyo y la confianza de un pueblo que quiere soluciones a sus problemas…, no les tenemos miedo, vamos a defender la voluntad del 6 diciembre que fue clara y precisa”, exclama la alcaldesa de Maracaibo.
No hay Ley de Amnistía, pero sí Referendo Revocatorio
La alcaldesa de Maracaibo repudia que el gobierno nacional sólo se dedique a perseguir a sus adversarios en vez de ocuparse de los graves problemas que tiene Venezuela como la escasez de alimentos y la crisis humanitaria de salud, por lo que advierte que, si el gobierno de Maduro continúa abusando de su poder y evadiendo los problemas del país, el pueblo próximamente le pasará factura como lo hizo el pasado 6 de diciembre en las elecciones parlamentarias.
“Este gobierno tiene su tiempo contado porque está en decadencia y el tiempo de expiración se lo ha puesto él mismo con su lenguaje de violencia, odio y división”, remata Trejo de Rosales.
Trejo de Rosales invita a todo el Zulia a participar de una marcha en la ciudad de Maracaibo que se realizará el próximo 14 de abril y que partirá desde la Plaza de la República hasta la Fiscalía de esa ciudad, para exigir la libertad de Manuel Rosales.