Algunos padres les aseguran a sus hijos que el Niño Jesús no podrá pasar por Maracaibo esta Nochebuena
La ilusión de todo pequeño al despertar la mañana del 25 de diciembre es correr y conseguir al lado del Niño Jesús o debajo del árbol de Navidad enormes cajas decoradas que esconden entre ellas grandes sorpresas.
Sin embargo, algunos padres han tenido que sostener largas conversaciones con sus pequeños para prepararlos sentimentalmente ante lo que será un despertar sin nuevos juguetes, pues aseguran que, debido a la grave situación económica que atraviesa Venezuela, el Niño Jesús no podrá llegar a Maracaibo.
“Le dije a mis hijos que el Niño Jesús está pobre”
“El año pasado a última hora logré resolver sacrificando otras necesidades, pero de verdad que esté año la cosa está peor…, me da sentimiento porque son tres niñas, que ni siquiera las podré vestir…, compré un refresco y maíz para hacerles cotufas y ponernos a ver películas desde temprano y así se duermen”, manifiesta con notable tristeza Marina Salgado, una habitante de Maracaibo.
La situación de Marina también se vive en otros hogares en donde la desesperación por no poder satisfacer los gustos de los más pequeños se ve turbada porque el dinero que les queda no les es suficiente para adquirir un regalo.
“Le pidió al Niño Jesús un balón firmado por Messi”
“La mamá le escribió una carta para leérsela explicándole que el Niño Jesús le dijo que el balón era de Messi, que por eso es usado”, manifiesta Javier Peña, otro habitante de Maracaibo, a quien el bolsillo sólo le alcanzó para adquirir un viejo en buenas condiciones en una casa de deportes de esa ciudad al cual le estamparon la firma del astro del fútbol.
“Así sea la ilusión porque sé que mi chamo va a ser grande, quiere ser futbolista y tiene todas las fuerzas para hacerlo…, a La Virgen le pido que los próximos años sean distintos, porque hay una tristeza que es general que por mucho que tomemos las cosas a veces a la ligera igual afecta y más en estas fechas”, indica Peña.
Mientras tanto el escenario en las jugueterías es devastador, no por escasez de productos sino porque los inventarios permanecen casi intactos con la caída de un 60% en las ventas mientras esperan la llegada del Niño Jesús.