Colas en Venezuela desabastecimiento de alimentos en el paísLas inmensas colas en Venezuela en búsqueda de productos de primera necesidad siguen conduciendo al mismo escenario de desabastecimiento.

Una por aquí y otra por allá, así son las largas colas en Venezuela. Los venezolanos ya se muestran fatigados y cansados de que su rutina sea estar pegados todo el día a la pared de algún supermercado esperando que algo llegue para poder llevar alimentos a sus hogares.

En esa situación en la que se encuentran millones de venezolanos está Cesar Hidalgo, un habitante de Maracaibo que asegura haber salido, literalmente, corriendo de su trabajo porque supuestamente había pollo regulado en un reconocido establecimiento comercial de esa ciudad.

“¡No hay nada! Hoy tampoco hay nada”

Colas en Venezuela desabastecimiento de alimentos en el país

“Desde hace cuatro días están diciendo que va a llegar pollo, pero no, nada que llega…, y no es nada, que si no consigo voy a seguir comiendo sopa nada más”, sentencia Hidalgo.

Este habitante de Maracaibo revela que en las últimas fechas su menú ha sido el mismo, ya que debido a la falta de proteínas ha tenido que recurrir al plátano y a las sopas condimentadas para llenar el estómago.

“Gracias a Dios el plátano bajó de precio, y con eso es que mucha gente está resolviendo…, allá en el centro lo conseguís a 900 bolívares, eso sí, te venden 10 plátanos que son chiquitos, pero pa’ engañar al estómago sirve”, afirma Hidalgo.

Hidalgo precisa que tiene poco más de un mes que no sabe lo que es comerse una presa de pollo y mucho menos un corte de carne, pues estos rubros están básicamente ausentes de su mesa y han sido sustituidos por huesos.

“Los huesos ya se pueden comprar, para la sopa sirve…, por allá por la casa una vecina nos enseñó a hacer tiras de carne, pero con la concha del plátano, claro no es algo que se puede hacer todos los días, pero sirve pa’ variar”, finaliza Hidalgo.

Muchas veces la meta de las colas en Venezuela es un escenario sumamente triste pues, se trata de anaqueles vacíos que esperan sin mucho ruido para arrebatarle la esperanza a todo aquel que aguantó hasta el final para simplemente irse con las manos vacías.