Menos productos de primera necesidad están llegando al país, pero las colas en Venezuela son mayores todos los días frente a mercados o supermercados; mientras el gobierno sigue su discurso de la guerra económica y no da soluciones.
Las colas en Venezuela frente a los establecimientos donde se venden alimentos y productos de primera necesidad, cada día se hacen más críticas, y ahora las grandes filas humanas donde se puede permanecer ocho y hasta más horas, se hacen sólo para lograr comprar uno o máximo, dos productos de primera necesidad, porque no está llegando casi existencia.
Es grave lo que está pasando en San Cristóbal, capital del fronterizo estado Táchira. La venezolana Melida Moreno dijo que: “cada día es peor, hice una cola gigante de tres horas y cuando llegué a la caja, sólo había un kilo de jabón de polvo. Después de las elecciones del 6 de diciembre todo agravó. Esto se está poniendo cada día peor de difícil, y el gobierno lo único que tiene que decir desde hace años, es que es guerra económica, pero no hace nada” dijo la señora.
«Antes uno hacía la cola y al menos se llevaba cuatro cosas, papel higiénico no he vuelto a ver. La leche en polvo ni en el abasto Bicentenario, ni en Pdval, que son del gobierno, volvió a llegar».
Por su parte Honoria Medina, dice que es verdad lo que han anunciado los políticos de la oposición que no hay producción y que todo se está acabando. “Sólo tienen que ver las colas, más nada. Nadie quiere pasar horas en el sol esperando para llevar un kilo de arroz. ¿A quién le puede gustar eso?»
«El gobierno se inventa cada vez una historia nueva para decir que no hay colas, por eso nadie les cree, porque le dicen eso a la gente como yo, que todos los días sale a hacer colas a ver que comemos en casa. Lo que da es rabia porque parecen que se burlaran de lo que vivimos”
La triste realidad venezolana
Sólo en medicamentos en Venezuela, estima el Colegio de Farmaceutas que el déficit pasa del 80 por ciento; mientras que en alimentos, algunos productos casi desaparecieron de los anaqueles, en el caso del Táchira, como la leche en polvo; el papel higiénico es muy escaso y el jabón de baño hace tiempo dejó de verse.
Las colas en Venezuela no disminuyen, son una constante y pueden extenderse hasta por ocho y más cuadras, sobre todo cuando la gente se entera que llegó al algún producto regulado casi inexistente.