Maduro afirmó que quiere a CNN fuera de Venezuela, esto tras el reportaje presentado por la cadena de televisión sobre la supuesta venta de pasaportes venezolanos.
El presidente de la República Nicolás Maduro, aprovechó su programa de televisión dominical “Los Domingos con Maduro” para arremeter contra la libertad de expresión y asegurar que quiere a la cadena de televisión estadounidense CNN fuera de Venezuela. Esta aseveración de Maduro llega sólo un día después de que dos periodistas brasileños fueran detenidos en Zulia y posteriormente deportados, porque se encontraban realizando un trabajo de investigación sobre las obras de Odebrecht en Venezuela.
«¡CNN Fuera de Venezuela! ¡Bien lejos de nosotros! Los asuntos de los venezolanos los resolvemos los venezolanos!», clamó el primer mandatario nacional.
Cabe mencionar que las palabras de Maduro fueron en respuesta a la investigación emitida la semana pasada por la cadena estadounidense, en la que implican a autoridades chavistas en una supuesta red para la venta de pasaportes venezolanos a ciudadanos de países de Oriente Próximo a cambio de miles de dólares. Uno de los señalados es Tareck El Aissami, vicepresidente del Gobierno de Maduro, de raíces sirio-libanesas. El reportaje apuntaba la vinculación del hombre fuerte del Gobierno chavista con el grupo chiíta Hizbulá. «Medios como CNN tratan de manipular», indicó Maduro, quien también incluyó a la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, y al «imperialismo yanqui» en sus críticas.
No obstante el ataque contra CNN sucedió en paralelo al intento de tapar el agujero mediático que en el programa presidencial pasado provocó la estudiante Dulbi Tabarquino, de 16 años, quien reclamó en directo y en la cara del presidente que sus compañeros se desmayaban de hambre en el colegio, azotado por la inseguridad, con los techos cayéndose, sin pupitres y con pésima iluminación. Una radiografía de la Venezuela actual censurada en los medios públicos y chavistas.
Por último el “hijo de Chávez” aprovechó su maratón televisivo del domingo, una versión del famoso «Aló, Presidente» de su predecesor, para solicitar que se tomen sanciones contra los implicados en el escándalo de Odebrecht, investigaciones que en Venezuela siguen paralizadas, ya que se presume que la mayoría de los implicados en los hechos de corrupción, son actualmente funcionarios del Gobierno nacional.