Ayudar a personas con esquizofrenia, depresión, trastorno bipolar y otras enfermedades mentales es el día a día de Catesfam.

La esquizofrenia, la depresión y el trastorno bipolar caminan de la mano desde hace más de 17 años, por los pasillos de una fundación en Maracaibo. El día transcurre entre la atención a quienes padecen de estas condiciones y la fortaleza a sus familiares para seguir adelante.

El Centro de atención al esquizofrénico y familiares (Catesfam), es una institución sin fines de lucro, sin confesión religiosa, ni militancia política, que trabaja arduamente en promocionar la salud mental, la prevención, el diagnóstico precoz y el tratamiento oportuno de pacientes con enfermedades mentales como la esquizofrenia, así como la rehabilitación biopsicosocioespiritual de estos individuos, de su familia y de la sociedad en general.

“Hacemos terapias con los familiares y pacientes con el fin de lograr la recuperación de estas personas”

Damelis Salazar es la coordinadora general de Fundación Catesfam en la ciudad de Maracaibo, el timón que lleva desde hace más de 17 años le ha generado grandes satisfacciones, al poderle brindar un lugar a estas enfermedades mentales y batallar contra ellas para que conseguir la salud de los pacientes.

“Nosotros hacemos aquí en la fundación muchas actividades, como reuniones de autoayuda y talleres psicoeducativos que son tanto para la familia como para el paciente, damos consulta tanto psiquiátrica como psicológica y adicionalmente programas psicoasistenciales que también abarcan una problemática general en nuestro país como lo son las personas con adicción”, exclama Salazar.

Catesfam nace debido al déficit de centros para atender condiciones como la esquizofrenia, a esta fundación mensualmente acuden más de mil personas en búsqueda de ayuda y orientación gratuita, que no pueden recibir en un hospital psiquiátrico.

“¿Qué opción tienen el enfermo mental?, ¡No tiene opciones! Estar encerrado en su casa, en una granja o en situación de calle y por eso Catesfam es un punto de encuentro, ellos pueden estar aquí, jugar, conversar, recibir la atención necesaria, compartir con los demás pacientes y la alternativa de la inserción social”, acentúa Salazar.

Hablan los pacientes de esquizofrenia y trastorno bipolar

Entre esos tantos casos que atiende a diario Catesfam, están aquellos que no se han podido desprender de esta fundación, pues agradecen la ayuda que recibieron en este sitio en los momentos en los que muchos les dieron la espalda, razón por la cual hoy son colaboradores y le tienden una mano a todo aquel que la necesite, como Yanela Mendilueta, quien manifiesta que lleva más de un año en la fundación.

“Soy una persona que sufre de trastorno bipolar y actualmente me encuentro recuperada gracias a la ayuda que recibí en Catesfam, tengo un año ya sin crisis y gracias a la ayuda psicoeducativa que me dieron, soy una persona independiente en mi trabajo”, manifiesta con alegría Mendilueta.

La atención a la esquizofrenia se queda sin sede

Pero no todo es alegría, pues la atención gratuita a la esquizofrenia está riesgo, debido a que esta fundación no cuenta con sede propia y el recinto en el que laboran desde hace más de 17 años deben entregarlo en pocos días y no tienen adonde ir, lo que sería un desamparo para sus pacientes.

“Debimos entregar la sede en febrero y nos dieron plazo hasta abril”

“Nosotros necesitamos un lugar, aquí se atienden más de mil personas, entre terapias de familia, de pareja y diariamente se acercan entre tres o cinco personas buscando ayuda por esquizofrenia o depresión, porque no tienen un centro donde los puedan atender y nosotros somos una respuesta…, lamentamos que esto se va a tener que cerrar”, implora Damelis Salazar, coordinadora general de Fundación Catesfam.

De no llegar a conseguir prontamente una sede en la que seguir haciendo esta noble labor, no sólo se verán afectados los pacientes, sino aquellos que están trabajando dentro de Catesfam, como parte de los programas de responsabilidad social de la empresa privada.

“Tenemos unos muchachos que están trabajando en la fundación por inserción laboral, si no tenemos un lugar donde estar ¿Qué va a pasar con esos muchachos? ¿van a estar en su casa mirando el techo? ¿Van a perder la oportunidad de continuar en ese programa? Sería lamentable perder todos esos beneficios”, exclama Salazar.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en el mundo 1.5% de la población padece de esquizofrenia, 3% de trastorno bipolar y 5% de depresión.

En tus manos está hacer eco de la situación por la que atraviesa actualmente esta fundación, por lo que desde elcorreodelorinoco.com le invitamos a brindarle el mayor de los apoyos para continuar con esta meritoria labor.