La escasez en Venezuela se agudiza y el cierre de Abastos Bicentenario ha provocado una estampida hacia mercados de la red privada, donde la falta de alimentos también se hace sentir.
Este martes la ciudad de Lechería se convirtió en un verdadero caos ante el rumor de que en algunos establecimientos venderían productos de la cesta básica a precio regulado. Ante la escasez en Venezuela, sobre todo en el rubro de alimentos, este rumor puso a correr a decenas de personas.
Yuleisy Serrano con su hijo de un año en brazos, aguardaba a las puertas de un abasto de asiáticos. Ella misma no sabía lo que estaban por vender, pero asegura que cualquier cosa sería buena.
“En mi casa no hay nada, sólo luz, porque ni agua”, afirma la joven mujer.
Desde el pasado fin de semana, tras el cierre de los Abastos Bicentenario, los anzoatiguenses que viven en la zona centro mantienen un eterno deambular en busca de comida. Pero la escasez en Venezuela es tal, que cada día quedan menos lugares donde abastecerse.
“Ya no hay harina de maíz, ni de trigo porque cerraron las plantas, tampoco tenemos pan, nos estamos alimentando con tajadas de aire” dijo a modo de chanza un hombre sesentón que permanecía en la cola para comprar harina.
“Aquí tiene que pasar algo, porque esto no lo aguanta nadie”, vociferó.
Bolsas de comida: tapando el sol con un dedo
Y mientras la población deambula en busca de comida, Guillermo Martínez, alcalde del municipio capital, anunció con un gran despliegue propagandístico que más de nueve mil familias serían beneficiadas a través del denominado plan de distribución de alimentos “casa a casa” puesto en marcha por la Empresa de Producción Socialista (EPS) Bicentenaria. Con este operativo pretenden garantizar a la población el acceso a los alimentos básicos.
Sin embargo, en los últimos días, las filas para comprar han sido interminables, la escasez de alimentos se ha agudizado y también la indignación de la población. Las bolsas de comida que vende la empresa oficialista contienen pollo, huevos, arroz, pasta y harina de maíz precocida, algo muy básico y en muy pocas cantidades, que no garantiza la alimentación de una familia ni por una semana.
Les llaman “combos” y se componen de dos pollos y un cartón de huevos por mil bolívares, o un kilo de arroz, harina de maíz, azúcar, pasta, aceite y un cartón de huevos por mil 100 bolívares. Esta nueva venta de bolsas de alimentos “casa a casa” es la nueva modalidad de atención que está poniendo en práctica el gobierno para paliar la escasez de alimentos derivada de las expropiaciones y la falta de producción.