La dieta de Maduro se define como los kilos que los venezolanos han rebajado producto del hambre en los últimos meses.
La dieta de Maduro
surgió como parte de la jocosidad venezolana para definir el impacto que ha ocasionado en la población la escasez de alimentos y los altos costos de los mismos, producto de la inflación generada por los controles cambiarios. Mientras la ONU apenas alerta sobre una hambruna generaliza en Venezuela, la frase “La dieta de Maduro” ha estado de boca en boca desde hace meses en el clamor popular para responder ante el llamado de atención de familiares o compañeros, a personas que han bajado notoriamente de peso.
Lo irónico del caso es que el pasado fin de semana el mismo presidente de la Republica Nicolás Maduro, a quien se le acredita la famosa dieta, se refirió durante una alocución a esta declaración en tono de burla.
“La dieta de Maduro… la que te pone duro; sin necesidad de Viagra”.
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Ante los señalamientos de casi toda una nación, Eduardo Piñate, secretario permanente de la presidencia del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), aseguró que en el país sí existe una dieta, pero que esta es propiciada por Lorenzo Mendoza, presidente de Empresas Polar, a quien responsabilizó del profundo desabastecimiento en Venezuela.
“Realmente la dieta de Maduro no existe, yo diría que existe la dieta de Mendoza, el jefe de la Polar”.
“¡No es un chiste, es algo muy serio! Es algo que tiene que ver con la capacidad que tiene de cubrir la demanda de alimentos del pueblo venezolano, si vamos a simbolizar en un nombre esa dieta o el desabastecimiento que existe es precisamente con el nombre de la dieta de Mendoza, no la dieta de Maduro” aseveró Piñate.
Sin embargo, sea la dieta de Maduro o la de Mendoza, lo cierto de la situación es que la población venezolana está siendo afectada por la grave problemática alimentaria, al no poder cubrir las tres comidas diarias y mucho menos incluir dentro de su dieta básica los carbohidratos y la proteína animal, por lo que han perdido su peso habitual.
“Perdí nueve kilos gracias a la dieta de Maduro”
La mayoría de los venezolanos en los últimos meses aseguran haber perdido un promedio de ocho a 11 kilos de peso producto de la mala alimentación a la que se han sometido y que muchos llaman “la dieta de Maduro”.
Jazmín Espinoza es una de las venezolanas afectadas por la dieta de Maduro, ya que asegura no conseguir los productos necesarios para poder lograr una alimentación balanceada que le permita mantener su peso promedio.
“Antes pesaba 77 kilos ahora peso 68, la dieta de Maduro me tiene así”
“Mi esposo metía en pantalón 36 y ahora mete 30. Salgo a hacer cola y nunca encuentro nada, paso todo el día, dejo de trabajar por ir a hacer colas y nunca encuentro un producto regulado…, supuestamente sacan productos regulados y al llegar a la cola te dicen que debes llevar tres productos adicionales”, sentencia Espinoza.
La mujer critica fuertemente el pronunciamiento que realizó el mandatario nacional acerca de la dieta de Maduro el cual calificó como una burla para todos los venezolanos. Asevera que ha comenzado a padecer de patologías como debilidades y mareos producto del hambre por la que está pasando.
“¡Este es el legado de Chávez! ¡Mírame como estoy de flaco!”
“La comida se paga a precio de dólar ¿Cómo hago para comer bien? ¡Así no puedo! Aquí no llegan los Clap, soy taxista y aquí estoy tratando de arreglar el carro, porque el precio de los repuestos también es en dólares y yo no le cobro en dólares a los pasajeros”, manifiesta Jesús Ochoa, otro de los afectados por la dieta de Maduro.
La hambruna llega al consultorio médico
Hablar de la situación nutricional actual del venezolano implica un tema relacionado a la desnutrición, debido a las carencias esenciales en cuanto a vitaminas, minerales y proteínas.
Según el médico José Hernández, la alarmante pérdida de peso de los venezolanos se debe al obligado cambio de los hábitos alimenticios, ya que si bien es cierto que la dieta venezolana por lo general era baja en proteínas y rica en carbohidratos, los cuales brindaban saciedad, ahora las harinas, arroz, pastas, se extinguieron de la mesa nacional.
“Vamos a seguir teniendo una población desnutrida”
“Hay una inestabilidad en el consumo de proteína, no sólo en cuanto a carne y pollo, también de enlatados como sardinas, atún y jamón, que suplementaban este rubro, pero al no consumirlos ocasiona la disminución de la masa muscular, mala coloración de la piel, el sistema inmunológico se deprime, se hacen propensos a infecciones cutáneas, infecciones respiratorias e incluso hasta cáncer”, afirma Hernández.
¿Y los Clap?
Según el ministro para la Producción Agrícola y Tierras, Wilmar Castro Soteldo, la “dificultad económica” y el desabastecimiento de alimentos que atraviesa el país está siendo atendida por el Gobierno nacional con propuestas y planes productivos, entre esos los Clap, los cuales aseguró que están llegando al 30% de la población, pero… ¿El 70% restante?