Los Boston Celtics se han llevado las manos a la cabeza pues Kyrie Irving pasará por quirófano este sábado de nuevo y estará de baja entre cuatro y cinco meses.
Kyrie Irving
se despide de la temporada por una infección en su rodilla. En un principio, el base de los Celtics iba a estar de baja entre tres y seis semanas: se perdía la recta final de la temporada y era duda en la primera ronda del playoff.
Pero la realidad para la franquicia de Massachusetts ha sido mucho peor: tiene una infección en la rodilla, según ha confesado el propio Kyrie Irving, y no volverá hasta la próxima temporada.
Dura noticia
El jugador Kyrie Irving compartió la sensación que le dejó revisar la noticia en sus redes sociales: “Aceptar los obstáculos incontrolables que te lanza la vida es algo muy difícil. Constantemente intentas aprender, crecer y prepararte cada día con herramientas para lidiar con estas cosas, pero siento que cuando llega algo así te queda una sensación de dejar cosas pendientes, es como poner tu carrera profesional y objetivos en espera. Es una prueba de perseverancia y voluntad para seguir en la lucha”, escribió en su Instagram, antes de enviar ánimos al equipo.
Kyrie Irving se volverá a someter a una operación para retirar dos tornillos en la rótula implantados tras la operación de las Finales de 2015.
El base cierra su primer año en los Celtics (llegó a Boston este verano tras ver cumplido su sueño de dejar a los Cavaliers de LeBron) tras haber disputado 60 encuentros, en los que ha promediado 24,4 puntos, 3,8 rebotes, 5,1 asistencias y 1,1 robos.
Su último encuentro fue el 11 de marzo frente a los Pacers. Aquel día sólo disputó 15:55 y el base decidió parar para intentar llegar fino a los playoffs. “No estoy preparado. Espero que no sea necesario pasar por quirófano”, dijo aquel día Irving, pero su estado no mejoró y a finales de mes se sometió a una operación.