Según el Observatorio Venezolano de Violencia, 15 mil 890 adolescentes y jóvenes murieron en 2017 a causa de la violencia en Venezuela.
Adolescentes y jóvenes entre 12 y 29 años de edad son las principales víctimas de la violencia en Venezuela. El año pasado fueron asesinados 15 mil 890 jóvenes y menores de edad, cifra que corresponde al 60% del total de muertes violentas que ocurrieron en todo el país, de acuerdo con el informe presentado por el Observatorio Venezolano de Violencia (OVV).
Mil 650 adolescentes entre 12 y 17 años fueron víctimas de la violencia en Venezuela durante 2017; 9 mil 050 fueron los jóvenes de entre 18 y 24 años los asesinados; y 5 mil 190 los adultos de entre 25 y 29 años de edad.
“En 2017, de los 15.890 jóvenes de 12 a 29 años muertos por asesinatos, 12 mil 553 fueron por homicidios y 3 mil 337 por actuaciones de las fuerzas públicas, que son documentadas en los registros oficiales como ‘resistencia a la autoridad’”, precisa el informe del OVV.
“De esta manera, se hace evidente que ser joven hoy en Venezuela significa afrontar el alto riesgo de morir en circunstancias violentas, porque la situación de inseguridad y violencia impacta con mayor fuerza en la juventud. Están matando a los jóvenes, principalmente a los hombres, mayoritariamente a los pobres. Los mata la delincuencia, o los mata la actuación de funcionarios de un Estado que, enfocado en políticas belicistas y violatorias de derechos humanos, parece haber renunciado a la prevención del delito y a la contención delictiva”, agrega el observatorio.
Falta de políticas públicas
La ONG cuestiona que cada año se confirme esta tendencia sin que se emprendan las políticas, programas o decisiones públicas destinadas a detener el problema.
“Por el contrario, se incrementa el abandono, la desatención pública de esta población y todos los indicadores sociales advierten como, en lugar de protección y oportunidades de desarrollo, los adolescentes y jóvenes enfrentan hoy difíciles situaciones de desabastecimiento y carestía de alimentos, pobreza, precariedad de servicios básicos (agua, transporte, luz) y, por primera vez en la historia, nos enfrentamos a la lamentable realidad de adolescentes y jóvenes buscando comida en la basura, prostituyéndose para llevar comida a sus casas”.
El OVV advierte que los jóvenes, además de ser el sector más vulnerable a ser víctima de la violencia en Venezuela, también pueden convertirse en potenciales victimarios, siendo instrumentos útiles de la delincuencia organizada.
Detallan que un 60,7% de los victimarios tiene menos de 30 años; un 34,5 % de este grupo tiene entre 20 y 24 años.
“En la mayoría de las comunidades, impera la ley que imponen grupos criminales, que someten y controlan a la población ante la ausencia de la institucionalidad del Estado. Las bandas armadas crecen y se fortalecen incorporando a adolescentes en sus actividades, con amenazas, extorsión y engaño, pero también brindándoles la comida, el dinero y las oportunidades que las familias no pueden garantizar. El aparente éxito y poder de los jóvenes armados atrae a adolescentes que ven en el delito un camino accesible a la riqueza fácil, o a ingresos que no son percibidos por quien vive honestamente de su trabajo diario”, explica el OVV.
Homicidios en Bolívar
De acuerdo con las cifras del OVV, en 2017 el estado Bolívar incrementó su grado de peligrosidad al ascender del sexto al cuarto lugar en Venezuela, con una tasa de muertes violentas de 113 por cada 100 mil habitantes.
Para enero de 2018, el OVV en Bolívar reportó 80 homicidios en el estado, prácticamente el doble de los reportados en enero de 2017 (48), y más de dos homicidios por día.
“Lo que hoy vive el país y el estado Bolívar es dramático y lamentablemente con un escenario que dinamiza la violencia, porque plantea la destrucción de las reglas básicas de convivencia y el ejercicio de la ciudadanía. Haciendo el día a día o la simple cotidianidad un clamor de llanto y de dolor”, expresó Eligio Rodríguez, coordinador regional del OVV Bolívar.
El observatorio destaca que en lo que va de año se han conocido varios casos que han conmocionado a la colectividad, como el asesinato del médico Julián Moncada, a manos de su propio hijo, así como, el incremento de homicidios entre parejas o matrimonios por diversos motivos.