El pelotero de los Padres de San Diego José Pirela aspira consolidarse y ganar este año la titularidad en el «big show» con su organización
La temporada 2018 de las Grandes Ligas está próxima a comenzar y es donde el pelotero de los Padres de San Diego, José Pirela, aspira consolidarse y ganar la titularidad en el “big show” con su organización. Del mismo modo, espera que sea el año de su consagración como bigleaguer, un deseo que ahora pasa por fortalecer su defensa.
Con los Padres, se convirtió en jardinero izquierdo. Durante su estadía en las Mayores, el utility busca afianzarse en un puesto que le permita jugar todos los días, desde que los Yankees de Nueva York lo llamaron a la Gran Carpa en 2014.
«Claro que es bien difícil. No fue fácil cumplir mi sueño, que era llegar a las Grandes Ligas. Los Yankees me dieron la oportunidad de debutar. Sabía que así las cosas iban a llegar», declaró el aguilucho.
Pírela comenzó su carrera como camarero y campocorto en 2007. En las siguientes campañas cubrió la antesala, los tres jardines, la inicial y el rol de designado. Sólo le falta defender la receptoría y subir al montículo.
«Quizás los Yankees y los Padres no sabían en qué posición puedo jugar, todavía existen dudas que si me falta un poquito en segunda base, en otras cosas. Lo más importante es que el año pasado San Diego me pudo dar finalmente la oportunidad que estaba esperando y pude demostrar que sí puedo jugar en las Grandes Ligas». Admitió el toletero.
En 68 de sus 83 encuentros estuvo en el jardín izquierdo, posición que ganó gracias a una producción ofensiva que le llevó a batear para promedios de .288/.347/.490, con 10 jonrones y 25 dobles en 310 turnos y .837 de OPS.
La cosecha le valió esa nominación al Premio Hank Aaron, aunque la zafra terminó antes de tiempo para él, tras un incidente que sufrió en una almohadilla con un deslizamiento de manos que dislocó el dedo izquierdo.
«Lo del dedo fue un poquito difícil, ya que no pude jugar los últimos 15 juegos y la rehabilitación fue bastante larga», agregó.
Pero para él, jugar con esa molestia no le preocupa. Su mente está enfocada en labrarse una sólida reputación como guardabosque.
«No voy a decir que ahora estoy al ciento por ciento, pero me siento bien físicamente y estoy preparado mentalmente para lo que venga en mi carrera», señaló.
Compañerismo rapaz
La campaña próxima puede generar entusiasmo en el jugador, ya que tendrá en el club house a su compadre Freddy Galvis, quien llegó este año a San Diego en un cambio con los Filis de Filadelfia. Además fue su llave en la corona que conquistaron las Águilas en la justa 2016-2017, en la LVBP.
«Es mi hermano. Vamos a estar en el mismo equipo. Daremos lo mejor de nosotros», indicó Galvis.
José Pírela terminó su actuación en Venezuela a comienzos de enero y de inmediato comenzó a alistarse con vistas a los Entrenamientos de Primavera.
«Este año será una temporada muy importante para mí «, afirmó el “Águila Negra”.