Centro de Ingenieros de Aragua considera que el sistema democrático está pisoeado por régimen totalitario
La convocatoria a la marcha del 1° de septiembre en Caracas planteada por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), recibió el respaldo del Colegio de Ingenieros de Venezuela (CIV), tras un análisis de la crítica situación política, social y económica que atraviesa la nación. Marino Azcárate, presidente del Centro de Ingenieros de Aragua (Ceinar), explicó que la unánime decisión de apoyar la marcha del 1° de septiembre fue el resultado dela reunión sostenida el 4 de agosto en San Cristóbal, estado Táchira. En la entidad andina 36 presidentes de centros y seccionales de Colegios de Ingenieros de todo el país firmaron el acuerdo para convocar a sus agremiados para la gran toma de Caracas. Se sumaran a la exigencia de la celebración del referendo revocatorio este año.
“Revisamos la hambruna por la que estamos pasando los venezolanos, la falta de medicinas que hace que mueran niños, jóvenes, adultos y personas de la tercera edad por falta de medicinas e insumos, entre otras cosas».
«La semana pasada vimos como el gobierno regional apaleó a un medico y a un reportero gráfico de un medio impreso de Aragua cuando durante un pancartazo exigían atención y dotación al Hospital Central de Maracay”, relató el dirigente gremial.
Azcárate enfatizó que desde San Cristóbal los ingenieros de Venezuela se pronunciaron en contra de la situación que pisotea la democracia, pues entienden y sostienen que la democracia está acogotada por el régimen totalitario. Solo en Aragua el Centro de Ingenieros cuenta con 15 mil agremiados, mientras que en todo el país son unos 300 mil profesionales.
“Nos pronunciamos a favor del referendo revocatorio y que se realice este mismo año, por eso extendemos la invitación a todos los ingenieros para que participen en la primera acción que se llevará a cabo en Caracas que es la marcha del 1° de septiembre. A quienes nos duele la democracia no podemos quedarnos en casa y por eso convocamos a activarnos e irnos a la capital de la República”.
En el llamado Manifiesto de San Cristóbal, el CIV plantea cambios profundos y sinceros en la política económica. Resalta que para resolver la crisis económica se debe acabar con la inflación. Propone un efectivo y verdadero plan de desarrollo nacional en lo que se refiere a servicios públicos (vialidad, vivienda, energía eléctrica y energías alternativas). Destacan que el Colegio de Ingenieros de Venezuela cuenta con profesionales que pueden prestar colaboración en todos los aspectos.
El Manifiesto pide además seguridad para garantizarla calidad de vida del venezolano de manera que se implementen planes efectivos contra la situación que cada día propicia la salida del país de jóvenes profesionales.
Aragua: gobierno de la vista gorda
En el caso Aragua, el presidente del Ceinar denunció un gobierno que se ha hecho de la vista gorda ante la serie de denuncias que el centro de ingenieros de la entidad ha formulado. Lejos de buscarse solución a los problemas que atacan a los aragüeños, enfrentan el silencio cómplice del gobierno regional y nacional.
Como ejemplo citó la contaminación de las aguas en Aragua y Carabobo, situación que afecta a 7 millones de habitantes porque también afecta a los pobladores de Cojedes.
Destacó la crítica situación de los embalses de Camatagua y Zuata, además de los pozos profundos de La Victoria contaminados con hidrocarburos.
“Propusimos que se declarara la emergencia en la región central. No es posible que siente millones de personas que habitamos en Cojedes, Carabobo y Aragua estemos sufriendo el rigor de un agua putrefacta. No hay respuesta a nada mientras que las enfermedades en la piel siguen en aumento entre los pobladores de las entidades de la región central”.
De igual manera ha denunciado las pésimas condiciones en el Viaducto de La Cabrera antes de que se registraran los accidentes con saldos lamentables, así como la desidia en la que se mantiene la edificación del ambulatorio de Turmero, tras 20 años de abandono, sin contar el millonario despilfarro de recursos en la construcción del estadio Iberoamericano de atletismo que quedó como un gran elefante blanco.
A ninguna de las denuncias el ejecutivo regional da respuesta.