El problema de las comunidades indígenas waraos lleva 10 años pese a las alertas del observatorio de Derechos Indígenas Kapé Kapé.
Al menos unas 10 poblaciones indígenas waraos de la parroquia Padre Barral, en Delta Amacutro, están afectadas por la falta de ambulancia, contribuyendo a morir en vista de las dificultades para su traslado, anormalidad que está por arribar a sus diez años.
Las comunidades fluviales del estado Delta Amacuro son los sectores que menos cuentan con los servicios básicos, se trata de un submundo desde el punto de vista de la atención, y los más vulnerables son los indígenas waraos.
“Cuando se enferman eso es seguido, seguido y acá en nuestra comunidad como no tenemos ni ambulancia se nos mueren pues los indígenas waraos”, dijo Jesús Rico, habitante del sector de San Francisco de Guayo.
La falta de ambulancia ha sido una denuncia reiterada. El Observatorio de Derechos Indígenas Kapé Kapé ha levantado la alerta, pero sin respuesta oportuna, manteniéndose estas condiciones de desatención al derecho a la salud que tienen todos los venezolanos de acuerdo con la Constitución y la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
A finales del año 2016 el director regional de salud aseguró que las comunidades waraos eran atendidas con lanchas prestadas por la Guardia Nacional Bolivariana y la Fuerza Armada. Sin embargo, esta información fue desmentida por los habitantes, quienes aseguran que los militares en los caños no están equipados con botes ni motores fuera de borda.
Guayo está sin luz
Otra de las denuncias presentadas fue la situación de servicios públicos en la comunidad, la cual tiene más de una semana sin energía eléctrica por falta de gasoil.
Rico aprovechó para instar a la gobernadora Lizeta Hernández cumplir con su mandato constitucional de atenderlos, recordando que la distribución de combustible en el municipio Antonio Díaz quedó en manos de la gobernación de Delta Amacuro.