Las deficiencias en los hospitales de Caracas y la falta de insumos causan retraso en operaciones y tratamientos de pacientes crónicos.
Rosdeilis Reyes tiene ocho meses esperando en el Hospital Vargas de Caracas para ser operada de un tumor cerebral. El retraso de la operación se debe a la falta de aire acondicionado en el quirófano, una condición mínima necesaria para poder realizar procedimientos de este tipo.
«Ellos (los doctores) me han dado fecha para la operación, pero ya los aires se dañaron y no pueden meter a una persona 8 horas al quirófano sin aire acondicionado. Están ahora intentando trasladarme a otro hospital, pero hay que ver si tienen los equipos».
Esto lo contó Reyes, quien explica que el tumor que tiene está presionando un nervio en el cerebro, lo que no solo le causa fuertes dolores, sino que le genera «corrientazos» en la cara.
Pero Rosdeilis Reyes no es la única paciente en este hospital que requiere ser intervenida. La falta de aire acondicionado, que inhabilita por completo los quirófanos, se suma a la escasez de insumos y de medicinas generalizada en el país. Este escenario retrasa el tratamiento y deteriora la vida de los enfermos en Venezuela sin que los especialistas puedan hacer algo al respecto.
«Uno tiene la mejor disposición. Y estamos aquí a diario, haciendo lo que podemos, pero la verdad es que nos encontramos atados de manos», lamentó un galeno que prefirió mantener su nombre en el anonimato.
Mientras se agrava la situación con el pasar de los días, las autoridades no se pronuncian sobre la falla en el aire acondicionado ni tampoco en lo que se refiere a la escasez de insumos y medicamentos.