Familiares de niños con hidrocefalia en el Hospital Universitario de Maracaibo cerraron las calles en protesta por la falta de válvulas.
El Hospital Universitario de Maracaibo nuevamente fue el blanco de las miradas, pues la escasez de insumos médicos ya no puede ser ocultada por las autoridades de ese importante centro de salud del estado Zulia.
Alrededor de una veintena de madres decidieron cerrar las adyacencias de ese hospital para alzar su voz ante lo que consideran una injusticia, pues sus hijos no están recibiendo el tratamiento a tiempo debido a la falta de antibióticos y el retraso en la resolución quirúrgica de los niños por la falta de válvulas especiales para drenar la hidrocefalia, en medio de la desesperación manifestaron que temen lo peor.
“Arriba hay muchos niños que se están muriendo porque no hay válvulas para el tratamiento, pero claro como esos no son los hijos de ellos nadie hace nada ¡Que nos den solución hoy mismo!”, reclamaba Gabriela Vielma, madre de uno de los pacientes.
Las madres de estos niños aseguran que las válvulas tienen costos muy elevados y que no cuentan con recursos suficientes para adquirirlas de su propio bolsillo, además que deben ser importadas.
La protesta superó más de una hora, sin embargo, las voces de los representantes que clamaban por la vida de sus pequeños fueron disipadas en primera instancia por efectivos del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN), quienes intentaron “negociar” con las desesperadas madres asegurándoles que de momento la problemática de salud no podía ser resuelta, pues ese centro asistencial no ha recibido el presupuesto anual correspondiente y que por consiguiente no hay insumos.
Las madres no se dejaron persuadir, pues aseguraron que al disipar la protesta la situación permanecería igual, por lo que continuaron reclamando el derecho a la atención de sus hijos hasta la llegada de efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana, quienes las retiraron del lugar para reanudar el paso vehicular.
Actualmente el Hospital Universitario de Maracaibo es un barco a la deriva, pues no tiene director, ya que el cargo lo asumiría la exsecretaria de salud de la entidad, Tania Mesa, pero a su llegada a ese centro asistencial fue recibida por una fuerte protesta de trabajadores que repudiaron su asignación.