En el hospital Razetti de Barcelona desde hace 3 meses las madres tienen que llevar la fórmula láctea para que los bebés puedan ser alimentados.
El hospital universitario Luis Razetti de Barcelona, es reflejo de la Venezuela actual, donde pacientes familiares y personal que ahí labora sobreviven en medio de la insalubridad, el desasosiego y carencias de todo tipo.
«Sólo la fe en Dios y la esperanza ayuda a soportar el día a día en este lugar», afirma Luis Giuseppe, padre de un niño especial, quien confiesa que le ha tocado llorar muchas veces a solas, no solo por su realidad, sino por la de otros padres que han visto morir a sus hijos por la imposibilidad de garantizarles el tratamiento requerido.
Confiesa que desde hace un mes, su pequeño no toma leche, porque está entre los productos escasos.»Después de rogarle a un guardia nacional para que me dejara comprar el producto para un niño con condición especial, pude adquirir un kilo «, comenta tras señalar que el Gobierno tiene que cambiar porque ha demostrado ser insensible ante la crisis humanitaria que afecta a la población.
«Además Venezuela no se merece un Presidente que se expresa despectivamente de las personas con condición especial, como es el caso de los autistas, ignorando que ellos, sobre todo los pequeños, son extraordinariamente inteligentes y que para nosotros los padres no representan un problema sino una bendición, lamentablemente, eso no lo entiende el presidente Maduro».
Sin comedor y sin comida
En el hospital Razetti, los pacientes recluidos deben financiar su alimentación, pero en la mayoría de los casos, se trata de personas de escasos recursos económicos procedentes de diversas parte del estado, por lo que poder comer es casi un milagro.
De acuerdo con lo dicho por la diputada Oneida Guaipe, miembro de la Comisión de Salud de la Asamblea Nacional, los familiares de pacientes tienen que hacer colectas para comprar comida en los kioscos adyacentes al recinto hospitalario y gastar hasta 6 mil bolívares en un día solo en comida.
«Si a eso le sumamos que también las medicinas, los insumos y exámenes médicos corren por cuenta de los usuarios porque en el hospital Razetti no hay nada, de cuánto dinero estaríamos hablando en una semana», se pregunta la parlamentaria.
Sostiene que en 34 años de labor sindical en el sector salud, jamás vivió una situación tan dramática como la actual, en la que pacientes delicados tienen que comer bollos de harina pre cocida con sardinas o sopas cargadas de grasa de las que venden en la calle, porque el comedor del hospital no está operativo. «Eso puede costarle la vida al paciente».
Rafael Simoza, trabajador del sector salud, ratifica lo dicho por Guaipe y añade que la crisis humanitaria presente en el hospital Razetti no es nueva pero se ha agudizado, todo debido a la falta de voluntad para aplicar correctivos y hacer las inversiones necesarias, mientras se regala dinero a Cuba y a otros países, sin contar con la corrupción galopante.
Explica que en el caso de la cocina del nosocomio, a raíz de los problemas surgidos como pérdida de toneladas de alimentos como pescado y pollo por falta de refrigeración, hechos ocurridos durante la gestión del gobernador Aristóbulo Istúriz, hoy vicepresidente de la República, su sucesor Nelson Moreno, inició la remodelación del área, pero no fueron tonadas las previsiones para garantizar la alimentación a los pacientes.
Precisa Simoza, que el sitio donde ocasionalmente se elaboran las comidas, adyacente al lugar en remodelación es insalubre, por ser sitio predilecto de roedores, gatos y hasta rabipelados, lo que constituye una amenaza adicional a la salud de los pacientes.
«Esa situación tiene que ser corregida, porque aunque aplaudimos el que se haya iniciado la remodelación de la cocina, no es justo que los pacientes y sus familiares deban comerse todo su ingreso porque el hospital no garantiza la alimentación a los pacientes».
Estado del hospital Razetti será corroborado por la AN
El pasado mes de febrero, el diputado Armando Armas presentó a consideración de la Subcomisión de Salud de la Asamblea Nacional, un informe detallado sobre las precarias condiciones del principal centro asistencial del estado, luego de hacer un minucioso recorrido por sus instalaciones.
El documento hace especial referencia a la falta de medicamentos, equipos e insumos, también lo relativo al funcionamiento de los ascensores, pues de los 5 con los cuales cuenta la edificación, solo 2 están operativos y a través de ellos se movilizan tanto pacientes como desechos y cadáveres, lo que constituye un riesgo de contaminación
La insalubridad del área de emergencia y del llamado «quirofanito» donde son atendidos los casos urgentes también llama la atención en el documento que busca la intervención del Parlamento, de manera que se activen mecanismos para mejorar las condiciones del hospital Luis Razetti, cuyo ex director por cierto,se encuentra en prisión, por estar presuntamente involucrado en casos de corrupción.