El horario de racionamiento eléctrico ha generado el caos en las gasolineras pues las colas se hacen interminables.
Como si no fuese poco por la escasez de la gasolina de 91 octanos, ahora el horario de racionamiento eléctrico se convirtió en la gota que derramó el vaso, pues la intermitencia en su cumplimiento y la extensión de cuatro horas sin energía ha convertido las estaciones de servicio en otro escenario de largas colas.
Desde el pasado lunes cuando entró en vigencia el horario de racionamiento eléctrico la situación de las colas se ha agravó mucho más, manzanas enteras están repletas de carros tan sólo para poder llenar el tanque del vehículo con el carburante.
La problemática que ha generado el horario de racionamiento eléctrico en las gasolineras no ha sido de mucho agrado para los usuarios, quienes denuncian que deben pasar a veces hasta las cuatro horas de restricción del servicio para poder echar una gota de gasolina.
“Encima de que no se consigue y que uno debe andar de estación en estación ahora también es por lo de la luz, no me parece que ahora la lidia es por ver dónde conseguís gasolina y si hay, que al menos haya luz…, el que no está de vacaciones permanente como los empleados públicos sí perdemos horas esperando pa’ poder echar”, critica Dimas Segovia, habitante de Maracaibo.
La situación se presenta en todas las estaciones de servicio de la ciudad, pero sobre todo en aquellas que aún no trabajan bajo la modalidad de chip de gasolina, en ellas el problema es mucho más crudo, pues aquellos que no cumplen con los requisitos para registrar sus vehículos en ese sistema padecen el infierno de tener que hacer la extensa cola en las pocas que aún quedan.
“Soy taxista, pero mi carro aparece como particular entonces no me pueden echar gasolina todos los días, por lo que debo buscar las estaciones que no tienen chip, pero ahora hay más desorden porque no se sabe en cual habrá luz, y lo más triste es que las colas no se pueden hacer en la noche cuando se sabe que sí hay luz porque entonces te agarran en la cola y te roban”, manifiesta José Ochoa, habitante de Maracaibo.