La escasez de alimentos reina en los anaqueles de los supermercados. Ya ni siquiera hay para llenarlos con un solo producto.

La escasez de alimentos sigue vislumbrándose en los diferentes supermercados de la entidad zuliana, los compradores ya no hallan qué hacer, pues el panorama es alarmante, ya que sólo se ven anaqueles vacios y, los productos que aún quedan en exhibición son solo de limpieza.

Hasta los principales establecimientos comerciales privados comienzan a parecerse a los Abastos Bicentenario, en los cuales desde hace rato no llega mercancía para satisfacer la gran demanda de compradores. Algunos usuarios aseguran que de nada sirve hacer la cola pues muchas veces lo poco que hay se acaba rápidamente.

“No sé qué iremos a hacer, de verdad en la casa ya no tengo nada para preparar, cada vez que veía por aquí o por allá que la gente iba con bolsas dejaba todo botado y me iba a ver que conseguía, tenía que ir acaparando porque a eso nos acostumbraron con esta escasez, pero ya no se consigue nada”, manifestó Kelly Sánchez, habitante de Maracaibo.

Para Juan Ramírez la situación es la misma, asegura que no tiene leche con la que alimentar a sus pequeños y, que las últimas que consiguió las obtuvo por medio de trueques.

“El último kilito de leche que le di a los bebés me duró una semana y media, lo cambie por un pote de mayonesa…, lo peor es que ya no tengo leche ni mucho menos mayonesa por la cual cambiarla, me preocupa que mis hijos no se alimenten bien porque están pequeños”.

Quienes no tienen tiempo para hacer colas o recorridos por los diferentes establecimientos comerciales recurren a comprar servicios de comida rápida, pero manifiestan que el sueldo mínimo se les va en un santiamén.

“Yo trabajo todos los días, no puedo escaparme de la oficina para meterme en una cola, a veces al salir paso por la frutería a ver qué comprar siquiera para hacer una ensalada de frutas en la noche, pero para los almuerzos debo gastar y bastante, todos los días son Bs. 700 y, mi sueldo no me alcana para la gracia”, manifestó Yamileth Huerta, habitante de Maracaibo.