Antes lo usado, pero en buenas condiciones, se regalaba cuando se adquiría un artículo nuevo, pero en vista de la crisis económica en el país, los ciudadanos recurren a «el perolero», una especie de venta de garaje colectiva que se realiza dos veces al mes en Ciudad Guayana, especialmente el primer domingo de cada mes.
La idea es que las ventas sean mucho más asequibles que los precios en que puede conseguirse en centros comerciales. Los artículos van desde ropa, zapatos, carteras, bisutería, tanto usadas como nuevas, hasta la venta de comida y meriendas. El «perolero» es organizado, está coordinado por la urbanista María Nuria de Césaris junto con la alcaldía del municipio Caroní. La supervisión es constante, tanto en lo que se refiere a los precios como a la prohibición de vender productos de la cesta básica, en especial los regulados por la escasez y el desabastecimiento. 
En cada perolero hay más gente, pues son más los ciudadanos que se inscriben para vender aquellos que ya no usen y sacarle un dinerito extra.
«En un día, sin vender mucho, he sacado como 3.000 ó 3.500 bolívares en puras blusitas y pulseras, cuando vendo más gano hasta 10.000 bolívares, el doble de lo que saco en una quincena en mi trabajo», dice Patricia Rodríguez.
«Yo vengo cada cierto tiempo, cuando reúno ropa usada y en buen estado, y si tengo tiempo, porque antes te podías venir a las 5:00 am, pero ahora si quieres agarrar puesto tienes que madrugar y venirte a las 3:00 am y ya hay cola. La gente se viene tempranito para agarrar su puesto y acomodar su tarantín, pero vale la pena», agregó Ana Rodríguez.
«Se consigue barato, es una opción para comprar ropa de uso diario. También puedes encontrar ropa de vestir, como vestidos de fiesta, porque la mayoría los usan y una sola vez y después lo guardan en el closet. Yo compré un jeans en 400 bolívares y otro en 2.000 bolívares, y en las tiendas los consigues a Bs. 20.000», manifestó María de loa Ángeles Ceballos.