Un golpe palaciego, esa es la realidad que están tramando altos funcionarios oficialistas tras bastidores y con perspectivas de posible triunfo al derribar al inquilino de Miraflores.
La paciencia se ha agotado hasta dentro del PSUV. Un golpe palaciego es la única alternativa para los altos cargos que no quieren dejar el poder así como así, ni la manguangua de seguir llenándose los bolsillos a costa de un pueblo que muere de hambre y desidia.
El tan anunciado golpe del que habla maduro (sí, con minúscula, esto no es nada en comparación a como ha disminuido a nuestro país), que están preparando para derrocarlo del gobierno y que se esta planeando desde el exterior, es una gran farsa. Los rumores siempre llegarán a sus oídos, pero los supuestos adeptos los cuentan a su manera, cosa que el ignorante facineroso cree a plenitud.
No quieren dar su brazo a torcer y entender que el referendo revocatorio es un hecho, que es totalmente constitucional y que los venezolanos están asqueados de tanta irreverencia e ignominia. No quieren ver el potencial energético negativo que han inoculado en las almas de los venezolanos y que está haciendo las primeras emulsiones de estallido, que más temprano que tarde acabará en bomba atómica a raíz de tanta presión, como me comentaba una mujer admirable, terriblemente agobiada por la situación del país, “Si no nos mata el hampa, nos matan los policías, o el hambre o las enfermedades o un accidente por el estado de las infraestructuras, con lo cual, ¿Crees que me interesa morir luchando contra esa manada de indeseables que han destruido mi país?, ¡Para nada manita!».
La guerra económica no existe, la guerra la tienen ellos con los poderes y la manera de cómo han administrado los recursos, es insostenible la realidad actual del país, era impensable que llegaríamos a extremos tan caóticos. La guerra ha sido declarada por ellos hacia Venezuela y su gente, contra las empresas, la producción, la naturaleza, todo lo que no tenga el color rojo, rojito, lo que se traduce a que cada día que pasa se le suman más adversarios en su contra, porque las soluciones no llegan y la decadencia de su régimen sigue en picada como el país.
El pueblo esta arrecho, ya queda menos, la voluntad de la gente está mas desafiante que nunca porque no permitiremos que rojos o azules nos vuelvan a joder, de ninguna manera caeremos de nuevo en semejante gazapo. Mas le vale al ejército ubicarse dentro de su verdadero rol, que utilicen las armas para defender a Venezuela y apoyar la voluntad de su pueblo, que se aparten de los que están preparando el golpe palaciego, porque ahora mismo esos supuestos aliados se están peleando como monstruos hambrientos y sedientos por una presa consumida, inconsistente y desnutrida como lo esta ahora nuestra pobre Venezuela.