Con fecha del 28 de octubre ya se encuentra en gaceta el aumento salarial noviembre 2016 decretado por el presidente Nicolás Maduro. Ahora los venezolanos se preguntan qué comprar, y no es precisamente con lo que les sobra sino, con lo que les falta, ya que manifiestan que el aumento sólo sirvió para empeorar el panorama en las mesas de cada familia.
Raquel Ramírez, una habitante de Maracaibo, manifiesta que el aumento salarial noviembre 2016 se irá como sal en el agua, pues los alimentos ya tienen otro precio en los principales establecimientos comerciales, dejando a más de uno con las ganas de llevárselo.
“El aumento no sirvió, lógicamente no”.
“Porque todo ha subido de precio y el aumento es pequeño, sube más de los que nos aumentan, dicen que es para que estemos mejor, pero, ¿quién se va a comer ese cuento? Trabajamos para comer a medias”, manifiesta Ramírez.
Asegura que en su casa deben juntar todos los sueldos, mínimos, para poder hacer una compra que dura algunas veces sólo una semana.
“Compro caro porque es lo que hay, no porque quiera sólo que es lo que se consigue, porque ya todo aumentó, acabo de conseguir un kilo de pasta en 3 mil bolívares, el arroz ya está en 2 mil 800 y por suerte conseguí uno en mil 900 bolívares”, asevera Ramírez.
Precisa que una quincena se emplea para comprar apenas cinco artículos, por lo que debe realizar largas caminatas por la ciudad, para buscar un lugar más económico y ahorrarse así sea unos 100 bolívares.
“Mira 12 mil bolívares en pasta, arroz, huevos y harina, sólo eso, sin queso ni carne…, y cuando alguien se enferma en la casa es peor, porque hay que rendir más y servir poquito, el mes pasado tuve que pagar unas medicinas que las compré en Uruguay, porque aquí no la hay”, finaliza Ramírez.
Por otra parte, está, María Mendire, otra habitante de Maracaibo que hace peripecias para rendir el dinero, ella asegura que el aumento salarial es conveniente hasta que incrementan el precio de los alimentos.
Sobre los productos que son importados desde Colombia, el cual el Gobierno ha exigido que sean expendidos con ganancias no superiores al 8% esta habitante de Maracaibo asegura que no puede pagarlos, ya que lo que devenga en su trabajo le es insuficiente para poder comprarlos.
“Esos productos yo no los compro, no puedo, ya se ha vuelto una costumbre que una persona en la casa, la que no trabaje, salga a hacer la cola o recorrer los supermercados para ver qué consigue”, manifiesta Mendire.
Asevera que, el Gobierno nacional debe concentrar esfuerzos en controlar la inflación, pero no con aumentos salariales, ya que considera que esto no colabora en nada con la economía del país y mucho menos con el bolsillo de los venezolanos.